"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Introducción
¿Por qué Este Folleto?
¡Hoy encontramos la Iglesia de Dios en un "desierto de confusión religiosa"!
La confusión no es solamente en las religiones del mundo, sino ¡DENTRO del mismo corazón de la Verdadera Iglesia!
¿Habla la voz de Dios a través del caos? ¿Va Cristo a regresar a un harem de cientos de iglesias en riña? O, ¿Existe aún una novia justa y pura - un singular Templo espiritual - a donde Cristo regresará y se casará?
Este tema fue, alguna vez, muy claro para nosotros: "Dios no utiliza, como instrumentos suyos, una Babilonia de organismos religiosos confusos y contradictorios, divididos en centenares de credos" (El Misterio de los Siglos, pág. 287)
Así que, ¿Cómo deberíamos conducirnos dentro de la situación presente?
El tema de este folleto: - "¿Qué es un Apóstol?" - puede parecer a primera vista no conectado con lo arriba escrito; pero, sí lo está. Provee el eslabón perdido en la comprensión del propio Gobierno de Dios: Gobierno que debe fluir de Dios Mismo hacia su pueblo por la eternidad.
Este folleto, por lo tanto, presenta el tema en esa luz, como ingrediente vital para la unidad y la singularidad del propósito dado a nosotros por Dios, como una guía a su verdadero pueblo.
Capítulo 1
Un Apóstol es Uno Enviado
La palabra apóstol es una palabra Griega que significa "uno que es enviado". El primer uso de la palabra bien puede haber sido dentro del Templo, en donde "apostoli" era enviado por el Sumo Sacerdote, extendiendo las manos para recoger el impuesto del Templo que era pagado anualmente (www.jewishencyclopedia.com “apostoli”). Es interesante que uno de los versículos donde encontramos a Cristo, referido como "al Apóstol", también El es llamado nuestro Sumo Sacerdote: "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús" (Hebreos 3:1).
Enviado A Hacer Algo
El significado de la palabra: "Uno que es enviado", nos da realmente muchas pistas acerca del tema del apostolado. Si uno es enviado, éste, claramente debe ser enviado por alguien, que envía a alguien a hacer algo. Por tanto, obedezcamos lo que Hebreos 3 nos dice, y consideremos "Al Apóstol" Jesucristo, usándolo a El como ejemplo para encontrar respuestas a cada uno de estos interrogantes.
- El fue enviado por Dios el Padre (Juan 17:18).
- El fue enviado al mundo (Juan 17:18) y específicamente a Israel (Mateo 15:24)
- Pero ¿A hacer qué, fue El enviado? La respuesta es dada en Lucas, donde Cristo lee en la sinagoga del profeta Isaías acerca de su misión: "…Me ha enviado [del Griego: apostello] a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor." (Lucas 4:18-19)
Juan recuerda lo que Cristo dijo: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió [Griego: apostello] no le trajere" (Juan 6:44). Así que, Dios el Padre está también involucrado dentro de este proceso, arriba citado. Después de habernos abierto las mentes por el Padre, recibimos iluminación a través de Jesucristo (la Palabra viviente de Dios), como está descrito en Lucas 4. De ser espiritualmente ciegos, comenzamos a ver; de ser quebrantados de corazón, hemos recibido un nuevo corazón (Ezequiel 36: 26-27); de cautividad espiritual, somos liberados (Juan 8:34-36). Pero, hasta aquel tiempo de iluminación inicial, permanecemos ciegos y esclavos espiritualmente. De manera que, vemos que una de las razones por las que Cristo fue enviado (o hecho El Apóstol) incluía la revelación de la Verdad a aquellos cuyas mentes acababa de abrir.
Enviado por Cristo y el Padre
La razón por la que esto es importante es que Cristo dijo a los doce apóstoles: "…como me envió [Griego: apostello] [mi] Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló [sobre ellos], y les dijo: Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20:21-22). Los apóstoles a quienes El dijo esto, estaban siendo enviados por Cristo para continuar la misma Obra que El hizo y por las mismas razones. Simbólicamente, también El les dio el mismo poder que vino del Padre por medio de soplar sobre ellos, y diciendo: "Recibid el Espíritu Santo". Fue solamente este poder el que les dio la habilidad de revelar la Verdad a aquellos que con ellos se relacionaron. Esta es la razón por la qué Cristo enfatiza la importancia de esta cadena de autoridad, que fluye hacia abajo, desde Dios a Su pueblo, a través de aquellos que El envía como apóstoles, diciéndoles: "El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió [Griego: apostello]" (Mateo 10:40).
Apóstoles de Dios - No del Hombre
Pablo dice, al comienzo de Gálatas: "Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos" (Gálatas 1:1). Aunque los rangos ministeriales ciertamente son impartidos por la imposición de manos (II Timoteo 1:6), la escritura arriba citada claramente demuestra que el rango de apóstol es algo que Dios mismo debe impartir. Esto es cierto también aún en el caso de que una ceremonia humana tuviera lugar. Es Dios quien envía un apóstol, no un hombre. Continuamente Pablo se refirió a sí mismo como "apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios" (I Corintios 1:1; II Corintios 1:1; Efesios 1:1; Colosenses 1:1) y mencionó cómo él recibió su apostolado individual de Dios, para un propósito específico dentro del mundo gentil: "…Para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre" (Romanos 1:5).
De manera que, ¿Por qué es Pablo mencionado como siendo enviado por ciertos profetas y maestros en [el libro de] Hechos? En Hechos 13 leemos de profetas y maestros singulares en Antioquía, a quienes Dios específicamente reveló la misión dada a Pablo. Sin esta específica revelación, indudablemente ellos no habrían efectuado la ceremonia de imposición de manos. Claramente, fue Dios realmente quien hizo el envío, aunque los profetas y maestros fueron usados para reconocer formalmente lo que Dios había ya decidido: "Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia…" (Hechos 13:4).
Cristo dijo: "De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado [del Griego: apostello] es mayor que el que le envió" (Juan 13:16). Un simple hombre no puede enviar un apóstol, pues este es el más alto rango dentro de la Iglesia (I Corintios 12:28). Uno tendría que ser más grande que un apóstol a fin de hacer eso.
Es Dios quien debe indicar, por lo tanto, que una ordenación al rango de apóstol es algo que ya ha tenido lugar: Que una ordenación al rango de apóstol debería ser llevada a cabo. Esto es algo diferente de la ordenación normal a los rangos del ministerio; pues, aunque los ancianos [ministros de la Iglesia] son, de hecho, los siervos de Dios, son hombres los que los ordenan: "…y establecieseis ["ordenaseis," según la Biblia King James] ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé " (Tito 1:5).
En Resumen:
La palabra "apóstol", en su significado, da a conocer mucho: "Uno que es enviado". Un apóstol es un hombre expresamente escogido y enviado, no por los hombres, sino por Jesucristo y Dios el Padre. Tal apóstol es enviado al interior del mundo para iluminar con la Verdad a aquellos atraídos por el Padre. Esta Verdad sólo puede venir de Dios Mismo - y tal Verdad está disponible solamente por revelación, específicamente dada a tal apóstol, a través del poder del Espíritu Santo de Dios.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 2
Apóstoles de la Iglesia Primitiva
Los Doce
Justo antes de que Jesús escogiera los doce apóstoles de aquellos que, al mismo tiempo, eran sus discípulos, dijo: "A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies." (Mateo 9:37-38). Lo que El estaba a punto de hacer era tan significativamente monumental, que Lucas 6:12-13, nos dice que Él pasó toda la noche orando a su Padre antes de hacer su elección final. Pero, ¿Por qué fueron doce apóstoles? ¿Hay algo significativo en el número real de los hombres que Jesús escogió?
Después de escoger los apóstoles, Jesús les mandó: "…Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino íd antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mateo 10:5-6). Su mandamiento inicial contiene mucha más información que simplemente hacer referencia a su papel en el tiempo. Él, en primer lugar, no solamente los envió a las doce tribus de Israel, sino que, más tarde, refinó este papel por medio de definir lo que sus posiciones iban a ser a su regreso, dentro del Reino de Dios.
En Mateo 19, Cristo dijo: "…De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel" (Mateo 19:27-28). La razón por la que había doce apóstoles era porque había doce tribus de Israel. Cada apóstol está destinado a ser el gobernador sobre una tribu específica. No es de asombrarse de por qué Cristo pasó una noche entera en oración, antes de hacer tan grande decisión.
Vemos esto aún en Apocalipsis donde información adicional es dada: A Juan le fue mostrada una visión de la Nueva Jerusalén, la cual, tenía "12 puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel… Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero" (Apocalipsis 21:12, 14).
Vemos aquí, que los nombres de los Doce Apóstoles están acuñados en los mismos fundamentos de la Nueva Jerusalén. Estos fundamentos soportan los muros, y contenidos entre los muros hay doce puertas que dan acceso a esta ciudad espiritual - cada puerta es identificada con una tribu específica dentro de Israel. Esta visión da más clara evidencia del papel vital que Dios tiene para los Doce Apóstoles - proveyendo fundamentos espirituales por cada una de las doce tribus de Israel.
Remplazo de Judas Iscariote
La razón por la que los Doce Apóstoles entendieron su posición en el adoctrinamiento de Israel, debe haber sido porque Cristo había estado claramente instruyéndolos: [el libro de] Hechos nos dice que: "Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido… y hablándoles acerca del keino de Dios" (Hechos 1:2-3).
Habiendo sido instruidos por Cristo, obviamente sus mentes estuvieron en el futuro reino y las posiciones de gobierno que habían sido prometidas a ellos dentro de éste. Los apóstoles preguntaron, "…Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?" (Hechos 1:6). Esta es también la razón por la que, una de las primeras cosas que se necesitaba hacer, después de la muerte y resurrección de Cristo, era remplazar a Judas Iscariote, pues era importante que el número Doce fuera preservado: "Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles" (Hechos 1:26).
Si notamos cómo esta suerte era echada, nos encontramos otra vez con que fue Dios no los mismos discípulos quien escogió el reemplazo de Judas Iscariote. Siempre debe ser Dios el que envía un verdadero apóstol. Lo que encontramos en Hechos 1:21-22 es el criterio básico que le permitía a alguien ser considerado por Dios en el papel de reemplazo, pues la persona necesitaba también actuar como testigo del ministerio completo de Cristo sobre la tierra: "Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección" (Hechos 1:21-22).
Parece que sólo dos individuos llenaban los requerimientos: José, llamado Barsabás, quien tenía por sobrenombre Justo, y Matías. Ellos, entonces, oraron y pidieron a Dios que escogiera entre ellos: "…Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado… y la suerte cayó sobre Matías" (Hechos 1:24,26).
Una vez más, fue Dios quien escogió, y Dios quien envió - no los discípulos!
Más que Los Doce
De hecho, Los Doce eran muy especiales. Pero, también es claro de las escrituras que el Apóstol Pablo fue considerado como un individuo especial escogido por Dios y específicamente enviado a los Gentiles como apóstol. No obstante, hay también mencionados otros varios apóstoles en las páginas de las escrituras, demostrando claramente que el término "apóstol" no estaba limitado a Los doce y a Pablo.
En Mateo se nos dice que Cristo tuvo un hermano llamado Jacobo (Mateo 13:55). Jacobo, hermano de Cristo, también es descrito más tarde por Pablo, en Gálatas, como "apóstol": "Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor" (Gálatas 1:19). Es muy claro que él lo era, además de los doce. Uno de los doce fue llamado también Jacobo, el hijo de Zebedeo, y había otro Jacobo - El hijo de Alfeo. Sin embargo, claramente, ninguno fue Jacobo, "el hermano del Señor," o él habría sido descrito como Jacobo, el hijo de José (el "padre" humano de Cristo).
En Hechos 14, Bernabé es mencionado como apóstol (uno enviado): "Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto?" (Hechos 14:14-15). En este caso, Pablo y Bernabé habían sido "enviados" por Dios para un propósito específico. En Hechos 13 encontramos a ambos, Pablo y Bernabé, que están siendo seleccionados por Dios, y enviados, entonces, a un área particular "por el Espíritu Santo" (Hechos 13:4).
En Romanos 16, son mencionados dos individuos: Andrónico y Junias. Hay diferentes formas de traducir este pasaje, pero es posible que estos fueran apóstoles (enviados) por razones específicas. Sin embargo, no se nos ha dado ningún detalle: "Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo" (Romanos 16:7).
Falsos Apóstoles
Una de las más claras indicaciones de que había varios apóstoles más que los Doce y Pablo, en la primitiva Iglesia, es el hecho de que "falsos apóstoles" son mencionados. Si el oficio de apóstol estaba restringido a los Doce y a Pablo, entonces falsos apóstoles no podrían haber engañado a nadie. Es claro, de las escrituras, como las dos que se citan abajo, que este no era el caso:
"Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo" (II Corintios 11:13).
"Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos" (Apocalipsis 2:2).
Juan el Bautista
Existe un individuo que, a primera vista, nadie pensaría que hubiera cumplido un papel apostólico; pero Juan el Bautista es único en esta consideración, puesto que él precedió a Cristo distinto de los doce. La razón por la que es importante reconocer este aspecto de Juan el Bautista es que él fue descrito por Cristo como tipo de uno profetizado a venir justo antes de su segunda venida. Este último cumplimiento está profetizado tener un papel similar, en cuanto a ser enviado antes de Cristo, para preparar un pueblo para el regreso de Cristo. Por esto, el tema del apostolado es absolutamente vital para el verdadero pueblo de Dios hoy.
Dos cosas indican el papel apostólico de Juan el Bautista. Primero es la terminología usada dentro de las profecías prediciendo su llegada: Dios dice: "He aquí, yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí…" (Malaquías 3:1) y He aquí, yo os envío el profeta Elías…! (Malaquías 4:5-6). Estas escrituras demuestran que Juan el Bautista iba a ser enviado por Dios - el mismo significado del título: "apóstol".
El segundo aspecto es la manera en la que Cristo Mismo se refiere a Juan: "Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Porque este es de quien está escrito: He aquí, yo envió [del Griego: apostello] mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti" (Mateo 11:9-10). Cuando este versículo es entendido a la luz de los oficios corrientes dentro de la Iglesia: …Primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros… (I Corintios 12:28), entonces vemos que el único papel más grande que profeta es apóstol. Por lo tanto, Cristo parece implicar aquí un papel como de apóstol, el de Juan el Bautista.
Juan el Bautista fue "enviado" para hacer un trabajo específico. Él es también el tipo de un apóstol (uno enviado) que está profetizado. Este individuo último está profetizado que aparezca al tiempo del fin, cuando un pueblo elegido de Dios debe ser preparado como parte del propio Templo viviente, al cual Cristo va a retornar. La existencia de este apóstol del tiempo del fin será cubierta después, en el capítulo octavo de este folleto.
En Resumen
La razón por la cual Cristo escogió los doce apóstoles es que cada uno ha de gobernar una tribu específica de Israel en el Reino de Dios. Pablo fue también seleccionado por Dios y enviado a los Gentiles.
Sin embargo, había varios apóstoles más que sólo los doce y Pablo. Aunque Juan el Bautista precedió a Cristo, también él fue "enviado" [del Griego: apostello] y fue descrito por Cristo como, "más que profeta". Más importantemente: Él fue el cumplimiento típico (un Tipo) de otro individuo que fue también profetizado. Este individuo iba a ser "enviado" (del Griego: apostello) poco antes del regreso de Cristo, para preparar específicamente un pueblo (un templo santo) para ese regreso, y fue profetizado para restaurar todas las cosas, justo antes del fin.
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Capítulo 3
Un Apóstol: Echa los Fundamentos
Es muy claro comprender los fundamentos sobre los cuales es construida la verdadera Iglesia. En Efesios 2, Pablo habla de la Iglesia como una casa de familia en la que están "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Efesios 2:20).
Alineados con la Piedra del Ángulo
Cuando una edificación era construida durante aquel tiempo, y, en algunos casos, aún hoy, una gran piedra de ángulo era siempre la primera piedra que se echaba. Esta piedra era, entonces, usada como el punto principal de referencia singular para la completa estructura. En el caso de la Iglesia, Jesucristo - la Palabra viviente de Dios - es, claramente, esa piedra (Efesios 2:20). Sin embargo, la forma en la cual las paredes estaban entonces alineadas, no era simplemente con referencia a la piedra del ángulo directamente, sino con el fundamento que se encontraba verticalmente debajo de cada sección de la edificación.
De la misma manera que cada sección del fundamento es medida y alineada cuidadosamente desde la piedra del ángulo y alineada con ella, entonces, las paredes resultantes, encima de los fundamentos, estarán también alineadas y de conformidad. Es sólo por medio del uso de este simple proceso que la unidad de la edificación es preservada. Como dice Pablo: "en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor" (Efesios 2:21).
La responsabilidad de alinear cuidadosamente con la Piedra del Ángulo no fue algo dado al ministerio en general, sino, de acuerdo con esta escritura en Efesios, y varias otras, el control continuó en los apóstoles (I Corintios 3:10; I Corintios 12:28; Efesios 3:5; 4:11; II Pedro 3:2; Judas 1:17; Apocalipsis 21:14). El deber del ministerio general, como administradores fieles (I Corintios 4:2), era alinear cuidadosamente sus propias enseñanzas con esos fundamentos - enseñando solamente como a ellos les había sido enseñado (Tito 1:9, II Timoteo 1:13; Judas 1:3; II Tesalonicenses 2:15).
Un Templo Espiritual
La profecía dada en Malaquías, implica que un templo, teniendo tales fundamentos, estará bajo construcción, justo antes del regreso de Cristo. El templo al cual "vendrá súbitamente… el Señor, a quien vosotros buscáis," (Malaquías 3:1) es claramente un templo espiritual - compuesto de personas resucitadas - no meras piedras y madera. Antes de la primera venida de Cristo, Juan el Bautista tenía que "preparar el camino delante de mi" (Malaquías 3:1), y cumplió este versículo, de conformidad con el ángel, por medio de "preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17).
Este cumplimiento espiritual de preparar gente como parte de un templo espiritual, llega a ser aún más claro en la descripción que Pablo hace de la Iglesia: Un edificio que "bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor" (Efesios 2:21). Adicionalmente, una profecía en Hageo describe la gloria de esta última casa, que será "mayor que la primera, ha dicho el Eterno de los ejércitos; y daré paz en este lugar" (Hageo 2:9). Esta profecía no fue cumplida físicamente por el templo construido entonces, pues no sólo fue inferior al templo de Salomón (Esdras 3:12), sino, poca o ninguna paz fue subsecuentemente asociada con éste. Así que, un cumplimiento espiritual es evidente.
Para que el templo profetizado en Malaquías, templo espiritual al cual Cristo regresará, sea glorificado y unificado, debe, al igual que el edificio físico, estar alineado a un fundamento particular - fundamento establecido por Dios a través de sus apóstoles y profetas. Solamente entonces, puede la estructura, en consecuencia, ser apropiadamente "juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu" (Efesios 2:22). Es por esto que el individuo profetizado para ser enviado (un apóstol) para preparar el camino antes de la segunda venida del Mesías (Malaquías 3:1) es tan importante. La razón por la que él es enviado es para restaurar los mismos fundamentos requeridos por Dios en su Iglesia del tiempo del fin, permitiendo que esto sea parte del templo espiritual al cual Cristo está profetizado regresar. El que establece los fundamentos en Su Iglesia es siempre Jesucristo, pero Él ha resuelto hacer eso por medio del envío de un ser humano - un apóstol - a su pueblo, con aquellas verdades fundacionales.
Solamente por Revelación
El apóstol Pablo cumplió también tal papel. Leemos en Efesios: "…de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio" (Efesios 3:2-3). A Pablo le fue dado conocimiento revelado de Dios - describiéndolo como "el misterio" (Efesios 3:3,4), el cual fue único para él. Esto involucró la comprensión de que los Gentiles serían parte del Templo Santo que Dios estaba construyendo.
El Judaísmo no tuvo compresión de este concepto. Solamente cuando Pedro se encontró con Cornelio (Hechos 10: 10-48) empezó Dios a revelar esta comprensión a su Iglesia. Pero, entonces, Dios seleccionó y envió a Pablo - como apóstol enviado a los Gentiles - para llevarla a cabo. Esta comisión dada al apóstol Pablo, fue una "que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu" (Efesios 3:5). El tiempo de Dios había llegado, y el fundamento, establecido aquí en la Iglesia de Éfeso por Pablo, consistió en conocimiento fundacional revelado - enseñanza troncal del árbol - que era nuevo, o restaurado de alguna manera; dado específicamente por Dios para su pueblo.
Ocasionalmente, un profeta del Nuevo Testamento sería usado por Dios para recibir información específica, pero, aún en tales casos, un apóstol sería usado para diseminar ese conocimiento en la Iglesia (cf. Hechos 11:27-28 con Romanos 15:25-28). Dios usó apóstoles para hacer la obra de poner los fundamentos del conocimiento revelado dentro de la Iglesia. Ellos fueron enviados a implementar la revelación, de acuerdo con "El Camino" que Dios les había ordenado - preservando así esta unidad vital dentro de la Iglesia de Dios.
Podemos concluir, por lo tanto, que los profetas mencionados como el fundamento, en Efesios 2:20, fueron, ciertamente, casi todos los profetas del Antiguo Testamento, a los cuales vino originalmente la Palabra de Dios, y a través de quienes las Escrituras Hebreas fueron entregadas. Pablo habla de este fundamento en Romanos, cuando dice: "Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras" (Romanos 1:1-2). Inversamente, los profetas mencionados en Efesios 3:5, en función de haber recibido revelación de actualidad, serían aquellos encontrados dentro del Nuevo Testamento, a quienes fue dado ocasionalmente mensajes específicos de Dios, destinados a ser entregados a las Iglesias plenamente establecidas (cf. I Corintios 14:4, 22).
En Resumen
Profetas del Nuevo Testamento fueron usados ocasionalmente por Dios para entregar mensajes específicos a la Iglesia plenamente establecida. Pero, el trabajo principal de un apóstol fue tender el verdadero cimiento que solamente puede venir como conocimiento revelado, enviado por Dios. Por esta función, ellos son mencionados con los profetas del Antiguo Testamento como formando los mismos fundamentos de la Iglesia de Dios. El trabajo primario de un apóstol - incluyendo el apóstol profetizado para la construcción del templo espiritual del tiempo del fin - es echar los fundamentos espirituales.
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Capítulo 4
Por Primera Vez: Se Remueve la Ceguera
Cuando un nuevo edificio es construído, la primera cosa que se establece es el cimiento. Antes de que esos cimientos se tiendan, no existe edificio. Así es con la Iglesia de Dios y con el Templo espiritual al que Cristo ha de regresar.
No Donde Cristo ya Hubiese Sido Nombrado
Pablo escribe en Romanos: "Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno" (Romanos 15:18-20).
Pablo, como el apóstol enviado a los Gentiles, muy deliberadamente evitó predicar donde alguno de los otros apóstoles ya hubiera estado. Así, entonces, Pablo continúa: "sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán" (Romanos 15:21). Siendo apóstol, enviado a tender los fundamentos específicamente a los Gentiles, se requería que Pablo tendiera tales fundamentos solamente en territorio virgen.
Debemos Mantenernos Alerta!
Si hemos de localizar correctamente dónde está Dios trabajando hoy, debemos también entender este punto vital. Malaquías predice que habría un individuo - un verdadero apóstol - enviado por Dios al tiempo del fin. A través de este individuo, Dios establecería los fundamentos para el Templo espiritual del tiempo del fin, al cual, Cristo está destinado a regresar (Malaquías 3:1). El capítulo 15 de Romanos nos ayuda a entender que, como apóstol verdadero, este individuo sería el único usado por Dios para sentar las bases de esta parte de su Templo. Dios restauraría, a través de él, los principios fundamentales verdaderos, requeridos por el pueblo destinado a conformar la porción del tiempo del fin de Su Templo - iluminando sus mentes por primera vez.
Aquellos que vienen después de un apóstol verdadero, están en el deber obligado de alinear sus enseñanzas con los fundamentos que Cristo reveló a través de él. Los apóstoles verdaderos son enviados por Dios para establecer bases; ellos no re-establecen bases, cambiando doctrinas donde otros verdaderos apóstoles ya han sido enviados por Cristo. Debemos estar apercibidos de que Pablo describe a cualquiera que proceda de manera diferente como "falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo" (II Corintios 11:13).
El contexto de la escritura mordaz de arriba, nos comunica algo muy importante. Observe cómo, sólo unos pocos versículos antes de este pasaje, Pablo explica cuán importante era que la Iglesia de Corinto derribara "argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (II Corintios 10:5). Pablo estaba recordándoles que era Cristo - no él - quien había puesto originalmente los fundamentos de fe en sus vidas. Esa es la razón por la que ellos habían de guardar celosamente esta fe dentro de sus mentes.
Entonces, él continúa explicando que él les enseñó "conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida" (II Corintios 10:13) y cómo esa "medida", o límites de su apostólica autoridad dada por Cristo, incluyó la Iglesia de Corinto. Luego, él habló de ir al norte de Corinto, a unas áreas nuevas - pero nunca a aquellas de algún otro - cuando él les dijo que quería predicar "el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado" (II Corintios 10:16).
Falsos Apóstoles Operan en Iglesias Existentes
Usando sarcástica retórica, Pablo se refiere a aquellos falsos apóstoles como "grandes apóstoles," y llama la atención a la Iglesia sobre que "si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado [otro Jesús, que no os hemos predicado, Biblia KJV], o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles" (II Corintios 11:4-5). Estos "grandes apóstoles" estaban enseñando cosas incongruentes con la revelación dada por Dios a través del apóstol Pablo, quien fue enviado específicamente a iluminar la Iglesia de Corinto.
Dios debe escoger un apóstol. Dios debe enviarlo. Dios debe revelar a él su Verdad. Por esta razón es que Pablo describe a tales personas como "falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia" (II Corintios 11:13-15).
El pueblo de Dios necesita estar agudamente apercibido de esto! Repetidamente, hemos sido advertidos por Cristo, en que estemos en guardia al tiempo del fin, en que, "retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (Apocalipsis 3:11) y que "se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos" (Mateo 24:24). Ciertamente, falsos apóstoles caen en esta categoría (cf. Apocalipsis 2:2). El problema del engaño espiritual no declina, sino que parece destinado a volverse progresivamente peor y, aún, más difícil de discernir (II Timoteo 3:13). Si no estamos cerca de Dios y firmemente arraigados en los fundamentos que originalmente Dios estableció en nuestras vidas, no seremos capaces de sobrevivir a lo que está profetizado. Es imposible hacer esto con nuestro propio esfuerzo.
Pablo es Impedido de Pasar a Áreas Gálicas Israelitas
Podemos ver cómo, de hecho, aunque claramente Pablo era el apóstol enviado a los Gentiles, Dios, deliberadamente, lo mantuvo fuera de ciertas otras áreas. En Hechos 16, vemos cómo, "cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se los permitió" (Hechos 16:7). Bitinia era un área en la costa sur del Mar Negro, al norte de Asia. Esa área y el área norteña de Galacia eran regiones montañosas donde, principalmente, la gente era de extracción Gálica. Pablo, claramente, no fue un apóstol enviado a esta gente. Hay un número de registros [históricos] que implican que ésta, era primariamente habitada por Israelitas. (ver artículo "A donde fueron los doce apóstoles?" escrito por H. L. Hoeh)
Aún, I Pedro 1:1 indica ser este el caso. Aquí Pedro estaba escribiendo a la Diáspora - judíos que huyeron de Jerusalén - y dirige la carta, específicamente, a esta área en la costa sureña del Mar Negro. Galacia Norteña, Ponto, Bitinia, Norte de Capadocia y Norte de Asia, fueron todas, primariamente, áreas Gálicas, y, así, muy diferentes de la totalidad de las regiones sureñas Gentiles, donde Pablo operaba; las cuales, se extendían hasta el Mar Mediterráneo.
En lugar de viajar por estas regiones norteñas, Pablo fue instruido para ir a Macedonia, y, desde allí, trasladarse al sur, a las ciudades Gentiles de Atenas y Corinto. (Hechos 16:9). Esta era la gente a la que él fue fundamentalmente enviado (Griego: apostello), a fin de iluminarlos por primera vez - no para trabajar en un área asignada a otro. Aunque es posible que él escribiera una carta a aquellas personas no Gentiles - en total acuerdo con el apóstol Pedro, quien parecía estar trabajando con ellos (II Pedro 3:15), y era, además, el autor del libro de Hebreos (pues él tenía específico conocimiento de las prácticas del Templo) Pablo no fue considerado como el apóstol fundamental en esas áreas, pues él no fue el que Dios envió a iluminarlos inicialmente.
Dios Restringió Aún el Área de Cristo
Aún en el caso de Jesucristo, podemos ver este mismo principio en función. Aunque Cristo fue enviado al mundo (Juan 17:18), durante su estadía en la tierra, él tuvo un área particular en la cual operar, específicamente, como El Apóstol enviado por el Padre. Por esta razón, Su atención fue enfocada, sobre todo, a esa área.
Cuando una mujer de Canaán le pidió que sanara a su hija, de posesión demoníaca, inicialmente la ignoró completamente; y la razón que dio a sus discípulos fue: "No soy enviado [griego: apostello] sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mateo 15:24). Aunque finalmente su compasión causó que accediera a la petición que ella le hizo - la cual, Él estaba perfectamente autorizado para hacer (Juan 17:18) - su reticencia inicial, cuando dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos" (Mateo 15:26), puede solamente ser propiamente comprendido, cuando entendemos este principio: Que, cuando Dios envía un Apóstol, lo envía a alguna parte específica y para un propósito específico. Esto es algo que aquellos alrededor de él, también necesitan reconocer.
Removiendo la Ceguera Espiritual
Como hemos visto en el Capítulo 1, a un apóstol es dado el mismo propósito como a Cristo, quien trabaja a través de él; es decir, es enviado a "sanar a los quebrantados… y [recuperar] vista a los ciegos" (Lucas 4:18-19). La ceguera que retiene el mundo entero es removida cuando el Padre induce a alguien hacia el apóstol que El ha enviado, quien tiene la Verdad revelada, que [ese alguien] necesita para ser iluminado.
Esto puede ser visto en lo escrito por Pablo a la Iglesia de Corinto. El mismo hecho de que la gente allí entendiera las cosas que entendía, comprobó su apostolado.: "Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor" (I Corintios 9:2). Él explica que el entendimiento y el cambio dentro de sus vidas fue, en efecto, una carta o recomendación de su posición y autoridad, probando que él era el que administraba esa iluminación inicial de sus mentes: "…¿Tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón" (II Corintios 3:1-3).
Pablo continúa entonces explicando el proceso mismo. Él lo asemeja a un velo que es levantado por Cristo, permitiendo a alguien entender las Escrituras del Antiguo Testamento por primera vez - cuando sus corazones se vuelven a donde Cristo está obrando "porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aún hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará" (II Corintios 3:14-16). Como lo demuestran los versículos precedentes, Pablo mismo fue el que administró esta iluminación - como su apóstol - el apóstol enviado a la Iglesia de Corinto.
El Estanque de Siloé
Gráficamente, Cristo ilustra este proceso de iluminación por medio de uno de sus milagros más espectaculares. Obrando de esta manera, también indicó claramente cómo la forma en que alguno había de ser iluminado inicialmente era a través de aquellos que Dios envía (Griego: apostello). El incidente se da, donde a un hombre que había nacido ciego de nacimiento le es concedido ver por primera vez, por medio de ser sanado totalmente. Tome nota de lo que Cristo hizo: "…escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte al estanque de Siloé (que traducido es, Enviado) [Griego: apostello]. Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo" (Juan 9:6-7).
El nombre Hebreo "adam" [en español: "adán"], para el primer hombre, proviene del Hebreo "adama", que significa piso o tierra: "Entonces el Eterno Dios formó al hombre [adam] del polvo de la tierra [adama]" (Genesis 2:7). Lo que Cristo hizo, simbólicamente, por medio de este milagro, fue ilustrar cómo los seres humanos - bajo influencia de Satanás - son enceguecidos por su humanidad desde el nacimiento. Para que veamos, el Espíritu de Dios debe lavar este "lodo humano" que está cubriendo nuestros ojos.
La cosa interesante es de dónde debe venir el agua. Solamente una fuente de agua es adecuada - las aguas de Siloé (que significa, enviado - o apóstol). Esta es la fuente que Dios ha decretado para remoción de la ceguera humana, para todos nosotros. Los Apóstoles son los vehículos enviados a nosotros, facultados por las aguas vivientes del Espíritu Santo. A través de su Santo Espíritu, Dios obra este milagro increíble de remover la ceguera humana y espiritual por primera vez en nuestras vidas. Para el hombre ciego de nacimiento, fue Cristo Mismo quien lo hizo; para todos nosotros, es el apóstol humano enviado por Cristo, con revelación espiritual específicamente para nosotros.
En resumen
Dios usa apóstoles que envía, para remover la ceguera espiritual. Por definición misma, el fundamento de este proceso puede ser hecho solamente una vez. Esta iluminación inicial es hecha por medio de un apóstol, enviado específicamente por Dios, a un grupo de gente particular; y esta gente, conserva su apóstol.
Si aparecieran otros "apóstoles", alterando los fundamentos establecidos por el apóstol original, tales individuos son descritos en las escrituras como "falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo" (II Corintios 11:13); y el pueblo de Dios debe estar alerta para rechazar a tales individuos. De la misma manera, quien levantó el velo de nuestros ojos, como pueblo de Dios, fue Cristo, a través del apóstol enviado. Debemos, por lo tanto, mantenernos firmemente centrados en ese fundamento claro puesto por Cristo, mirando a la fuente verdadera del pasado instrumento humano.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 5
Unidad - Por Gracia
¿Ha dado Dios a su pueblo algo específico para contrarrestar la fragmentación y promocionar la unidad? ¿Pueden las iglesias de diferentes áreas y culturas ser pastoreadas por pastores diferentes, que hablan todos una misma cosa? ¿Pueden tales personas vincular sus brazos en armonía para hacer cualquier Obra que Dios espera en este tiempo, y preparar al pueblo de Dios para ser parte de este singular templo espiritual, al cual, Cristo está profetizado que va a regresar?
La respuesta de las Escrituras es, claramente - !sí! La Iglesia Verdadera es un cuerpo unificado (Efesios 4:4-6). Habrá sobre la tierra unos elegidos al final (Mateo 24:22), y los engendrados espirituales del Templo singular profetizado, estarán listos, preparados por y para Cristo, cuando Él regrese (Malaquías 3:1). Estas escrituras son muy claras.
La Unidad es Vital Dentro de la Familia de Dios
Cristo oró al Padre en su última noche como ser humano: "a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros" (Juan 17:11). No hay absolutamente separatismo entre Cristo y el Padre. Ellos exhiben perfecta unidad, a través del amor y cooperación que de ellos fluye. Cristo nunca usurpa algún papel que el Padre se reserva para sí mismo. Jesucristo se somete perfecta y obedientemente a todo lo que es puesto sobre Él, dentro de la familia de Dios. Es decir: Qué perfecta unidad y armonía existe en su plano de existencia.
Dios y Cristo desean esto para todos nosotros. Cristo oró por esa comprensión idéntica dentro de su Iglesia - dentro de sus futuros hermanos y hermanas: "Para que todos sean uno; como tú, Oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste [griego: apostello]. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste [griego: apostello], y que los has amado a ellos como también a mí me has amado" (Juan 17:21-23).
Pero, el interrogante es, ¿cómo?
La Gracia Dada a un Apóstol
Lo que establece a los elegidos aparte es el hecho de que ellos están luchando por estar totalmente sujetos a la Palabra de Dios (Juan 17:17, Mateo 4:4). No obstante, esta Palabra no nos es revelada individualmente, por medio de cada interpretación privada de las escrituras que, de cualquier manera, a él o a ella le agraden. Pedro dice: "que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (II Pedro 1:20-21). El mismo Espíritu Santo debe, por lo tanto, revelar lo que Dios está diciendo dentro de las escrituras (versículo 19).
La interpretación privada, por todos dentro de la Iglesia, produciría confusión, y Dios no es autor de tal estado (I Corintios 14:33). Las escrituras nos dicen que, por el contrario, Dios ha escogido una forma específica por la que Él revela su Verdad: Él lo hace así por gracia - o favor inmerecido - dada principalmente a los apóstoles (y ocasionalmente a un profeta, obrando bajo un apóstol) que han sido enviados a su pueblo con esa revelación (Efesios 3:5). De esta manera, la unidad dentro de la Iglesia Verdadera de Dios es preservada.
Otra Gracia Dada
Efesios 4, explica cómo esta preciosa unidad ha de ser alcanzada.
Después de enfatizar cómo en la Verdadera Iglesia de Dios siempre debe haber solamente "un cuerpo… un espíritu… una misma esperanza… un Señor, una fe, un bautismo, un Dios" (Efesios 4:4-6), Pablo avanza para explicar que "a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual [Él] …dio dones a los hombres… y …Constituyó [dio] a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:7-13).
Cada posición dentro del ministerio, o dentro de la administración del Gobierno de Dios, es dado por Dios como gracia (un favor inmerecido), y cada don de gracia es diferente. Solamente apóstoles y profetas están asociados con la tarea de poner fundamentos. Hemos visto en el capítulo 3 que los profetas de los que se está comentando aquí son los profetas del Antiguo Testamento. Ellos y los apóstoles enviados por Dios reciben Verdad fundacional por revelación - Verdad fundacional que la Iglesia de Dios hoy requiere; y, si correctamente se alinea a ella, producirá unidad.
Al resto del ministerio no le es dado esta gracia. De otro lado, también a ellos se les dio gracia - don recibido de Dios - pero a ellos no se les dio don, o gracia, de apóstol. Su gracia consiste en dones requeridos para construir sobre los fundamentos que Dios ha tendido a través del apóstol enviado.
Por lo tanto, si un ministro de base (o, aún, un miembro raso) tomara para sí dones espirituales, ¡estaría, efectivamente, intentando robarlos! como en II Corintios 11:13 ellos se hacen falsos apóstoles, obreros fraudulentos! Ellos toman para sí algo que Dios no les ha dado, y realizan exacto lo opuesto al propósito de Dios dentro de la Iglesia. Tal persona causa des-unidad. Así, ellos obran contra Dios y, aunque ellos pueden no darse cuenta, Pablo los describe, en el versículo 15, como los ministros mismos (o siervos) de Satanás!
Permaneciendo Unificados - Mientras se Crece en Gracia
En II Pedro 3:18 se nos dijo que creciéramos en gracia. Por consiguiente, ¿cómo deberíamos hacer esto, a la luz de lo escrito arriba? ¿Da esta escritura alguna justificación para alterar los fundamentos? ¿Cómo podemos todos permanecer en unidad - mientras crecemos, como esta escritura ordena?
La respuesta es encontrada dentro de Romanos 12. Pablo hace esto aquí muy claro: Que tal "crecimiento" puede ser realizado solamente a través del Espíritu de Dios dentro de nosotros y está limitado, por lo tanto, a la gracia y fe dada a nosotros individualmente por Dios, como El lo prefiere: "Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros" (Romanos 12:3-5).
Pablo nos anima a incrementar, a crecer - pero él limita ese crecimiento dentro del don o gracia dada a nosotros por Dios. No hay absolutamente justificación para tomar por nosotros mismos otra gracia dada específicamente a un apóstol, e intentar justificar tal acción diciendo que debemos "crecer en gracia". Esta propuesta resultaría en caos dentro de la Iglesia, y está totalmente fuera de línea con Romanos 12: "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría" (Romanos 12:6-8).
La humildad es vital dentro de cada uno de los hijos e hijas potenciales de Dios, a través de esta vida en la cual estamos siendo entrenados. Dios ha decretado que la unidad y armonía deben ser mantenidas dentro de su familia espiritual por la eternidad. Y Dios nos ha mostrado cómo es esto alcanzado ahora en pequeña manera por medio de dotar a cada uno de nosotros con la gracia individual que necesitamos, con el fin de que la Iglesia toda [como un cuerpo] pueda estar "bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro" (Efesios 4:16).
Respetar correctamente la única gracia concedida al apóstol que Dios nos envió, es una parte vital en este proceso, y ayudará a cultivar dentro de todos los que lo llevamos a cabo, la unidad Divina que está destinada a durar por la eternidad.
En Resumen
La unidad es una cualidad vital y eterna que Dios insiste en que está presente dentro de cada uno de sus potenciales hijos e hijas. Sin ella, no puede existir la Verdadera Iglesia de Dios; Dios y Cristo y aquellos dentro de la Familia de Dios, existen para ser uno (Juan 17:21). Si la unidad es carente entre diferentes organizaciones que claman todas ser la Verdadera Iglesia, indica una grave enfermedad. "La gente juzga y decide" - el mismo significado de la palabra "Laodicea" - provoca el surgir de tal antítesis de unidad. Esto produce innumerables y diferentes interpretaciones de las mismas escrituras. Pero la Escritura no es para interpretación privada (II Pedro 1:20).
Dios ha dado a su Iglesia los medios por los cuales la unidad que El poderosamente demanda puede ser alcanzada. Para estar en armonía bajo Dios, cada uno del pueblo de Dios debe tener la humildad de crecer, de acuerdo con la gracia dada, y no intentar tomar algo que no es suyo. La gracia de echar los fundamentos dentro de la Iglesia es dado específicamente a los apóstoles - no al ministerio o membrecía. Únicamente, alineando nuestras enseñanzas y creencias con tales fundamentos, puede ser producida la unidad que Dios quiere. Yendo en alguna otra dirección nos pondrá fuera de la revelación de Dios, y producirá caos y confusión - la completa antítesis de lo que Dios demanda firmemente que debe hallarse dentro de su Familia.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 6
El Apóstol a Corinto
Existe un libro específico en la Biblia que contiene mucha información acerca del apostolado en sus capítulos iniciales y, más importante: El caos y des-unidad que resulta cuando el tema no es apropiadamente entendido y tratado respetuosamente. Ese libro es, Primera de Corintios, y esos capítulos de apertura han sido escritos y preservados por Dios, específicamente, para que podamos leerlos - para que podamos también aprender de la experiencia de la Iglesia primitiva - cuando se enfrentan problemas similares en el tiempo del fin.
Historia de la Iglesia de Corinto
La ciudad de Corinto era un lugar donde Dios había seleccionado gente, y estaba en el proceso de convertirlos a su Camino de Vida. El instrumento humano que Él usó para echar los fundamentos de este proceso fue el apóstol Pablo.
En Hechos 16 encontramos que Pablo necesitaba ir al Noreste, desde Éfeso en Asia, y Bitinia, pero el Espíritu Santo no le permitió hacer eso (Hechos 16:6-7). En lugar de eso, fue instruido, en una visión, de ir al Noroeste en Macedonia, al otro lado del Mar Egeo (Hechos 16:9). Él lo hizo, y desde Macedonia, finalmente viajó al sur de Grecia, llegando primero a Atenas, donde predicó a los filósofos, en el monte de Marte, y finalmente a Corinto (Hechos 17:15; 18:1).
En Corinto, Dios le mostró a Pablo que este era un lugar donde Él estaba a punto de convertir a varias personas. Aunque esta era una ciudad portuaria, y, por lo tanto, probablemente dominada bastante por el crimen, y peligrosa, Dios estimuló a Pablo a permanecer allí mientras tanto, pues Él tenía "mucho pueblo en esta ciudad" (Hechos 18:10). Por eso, Pablo permaneció en Corinto año y medio (Hechos 18:11), enseñando y predicando a aquellos que Dios estaba llamando dentro del área y, al hacerlo, levantó la Iglesia de Dios en Corinto (I Corintios 1:2).
Las Enseñanzas de Apolos
Recuerde que Cristo personalmente había enseñado a Pablo, usando algunas visiones espectaculares (II Corintios 12:2). Probablemente esto fue cuando él estuvo en el desierto de Arabia, donde permaneció por tres años, después de su conversión, previo a la llegada a Jerusalén y a su presentación a Pedro (Galatas 1:17-18). Cristo mismo habría enseñado a Pablo lo que éste esperaba enseñar en el futuro. Así que, por el tiempo en que Pablo llegó a Corinto, él sabía exactamente cuál era su comisión y qué era lo que iba a enseñar. La enseñanza dada al pueblo de Corinto, por lo tanto, no venía de Pablo, sino de Cristo mismo. Pablo era - uno enviado por Dios - con un mensaje específico de Dios para la Iglesia de Corinto (Hechos 18:9).
Dentro de la sección del libro de Hechos, que trata sobre la Iglesia de Corinto, hay un interesante pasaje, localizado al final del capítulo 18 y entre el capítulo 19, relacionado con un individuo llamado Apolos. Se nos dice aquí que, aunque este hombre tenía grandes dotes de oratoria, y autoridad en las escrituras, él conocía solamente "el bautismo de Juan" (Hechos 18:25), y necesitaba que le expusieran "más exactamente el camino de Dios" (Hechos 18:26). Se nos dice también que inmediatamente después de que había estado en Éfeso, Apolos fue a Corinto y ayudaba grandemente a la Iglesia allí con su oratoria pública acerca de que Jesús era el Cristo (o Mesías) (Hechos 18:28).
De alguna manera, hay una indicación de la existencia de un problema con aquellos que Apolos había enseñado, pues el pasaje es seguido inmediatamente por la llegada de Pablo que se cruza entre la gente que únicamente tenía el bautismo de Juan (Hechos 19:3). Aunque estas personas entendían el arrepentimiento y la necesidad de volverse de sus malos caminos, no tenían el Espíritu de Dios - necesario para vivir la nueva vida requerida por la conversión verdadera (Hechos 19:2). El arrepentimiento que ellos tenían, por lo tanto, era solamente humano - de la carne - y no facultado por el propio Espíritu de Dios. Si uno es verdaderamente convertido, el verdadero revestimiento de poder Espiritual es requerido. La inferencia clara es que estos eran conversos de Apolos. Dios ha ubicado este pasaje dentro de las escrituras por una razón. Es muy claro, desde los primeros capítulos de Primera de Corintios, que la mayor parte de los problemas surgidos dentro de la Iglesia de Corinto provinieron de una forma de tratar los asuntos humanos, similar a los asuntos espirituales.
Los Problemas en Corinto
Una de las manifestaciones primarias del problema dentro de la Iglesia de Corinto fue la división (I Corintios 1:11). En su raíz, esta división brotó de una falta de verdadera espiritualidad y discernimiento espiritual para reconocer dónde y cómo Dios estaba trabajando. Como veremos, esto involucró particularmente no comprensión de cómo Dios usa el oficio y gracia, específicamente dada a un apóstol.
Entre los primeros capítulos de Primera de Corintios, Pablo tiene que tomar tiempo para restablecer su autoridad sobre la Iglesia, por medio de demostrarles los medios por los cuales Cristo trabaja. Únicamente entonces, puede el tratar con el problema específico que ha irrumpido, donde había mala conducta sexual que urgentemente necesitaba acción, usando aquella autoridad (I Corintios 5:1). Esta necesidad de restablecer su autoridad nos da muchas posibilidades de ver con claridad el tema de cómo Cristo opera dentro de la Iglesia, y de cómo Él usa al Apóstol que Él envía a un grupo de individuos. Adicionalmente, Dios ha escogido tener esta sección de las escrituras, preservada para nosotros hoy - porque también necesitamos comprender lo que ésta tiene para decirnos a nosotros. Una razón por la que fue inspirada y preservada fue para instruirnos acerca del papel de un apóstol - si tenemos oídos para oír - y para advertirnos del caos cuando quiera que aquel papel no es idóneamente apreciado.
Pablo empieza el libro con el hecho de que él era, "llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios" (I Corintios 1:1) y les escribió a ellos en esa capacidad. Para apoyar esto, la palabra "Cristo" solo en los primeros diez versículos, es repetida diez veces! Claramente, era Cristo - no Pablo - quien estaba hablando a la Iglesia de Corinto.
Después de estos versículos iniciales llega directo al punto, urgiéndolos a que "habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los [que estaban en la casa] de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo" (I Corintios 1:10-12).
En la superficie, la frase "yo soy de Cristo" parece ser el respaldo, como medio correcto, para que Pablo prosiga diciendo: "¿Está Cristo dividido? ¿Fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?" (versículo 13); pero, como veremos, él no perdona esta manera de proceder. Lo que él está a punto de demostrar es cómo Cristo operó dentro de la Iglesia - y opera dentro de todas las Iglesias de Dios; está a punto de demostrar que fue Cristo (no Pablo) quien realmente echó los fundamentos dentro de la Iglesia de Corinto - aunque Cristo escogió hacerlo así a través de Pablo.
En el versículo 17, Pablo enfatiza que "Cristo no me envió [griego: apostello] a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras" (I Corintios 1:17). Apolos fue un gran orador, y la gente estaba probablemente mirando la sabiduría humana como señal de posición espiritual. Pablo, por lo tanto, tuvo que indicar cómo La Verdad que él originalmente les entregó no tenía nada qué ver con la mundana sabiduría, y que, de ninguna manera era percibida por la "sabiduría" de este mundo: "Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos… ¿dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido [o hecho necia] Dios la sabiduría del mundo?" (I Corintios 1:19-20).
La cultura Griega ponía su mirada en la filosofía y la oratoria (Hechos 17:21; I Corintios 1:22). Igualmente, en una ciudad portuaria como Corinto, ellos consideraban como superiores a aquellos con tales cualidades, indudablemente. Sin embargo, ser un "disputador de este mundo" no impresiona a Dios. Aunque claramente era un área en la cual Apolos era sobresaliente (Hechos 18:24, 28), Cristo no escogió iluminar a la Iglesia de Corinto de esta manera. Cuando ellos tuvieron inicialmente sus mentes abiertas a La Verdad, el conocimiento vino en una y sólo una forma revelada por Dios mismo - "porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres… a fin de que nadie se jacte en su presencia" (I Corintios 1:25, 29). La Iglesia de Corinto necesitaba desesperadamente esta básica Verdad fundacional, que, de nuevo, les fue enseñada.
Lo que Corinto Tuvo que Aprender
Cuando Pablo llegó a Corinto, lo que tuvo que decir fue "hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría , no de este siglo… mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria" (I Corintios 2:6-7). Él les entregó "el testimonio de Dios" (I Corintios 2:1); no sus propias palabras. Su mensaje no fue "con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (I Corintios 2:4-5).
Pablo sabía que solamente usando el poder del Espíritu de Dios (no vacío poder humano), el pueblo en Corinto tendría, de alguna manera, alguna oportunidad de desarrollarse espiritualmente como pueblo de Dios. No obstante, tal sabiduría es extraña a la mente natural (I Corintios 2:14). La mente natural entiende solamente las cosas del hombre (I Corintios 2:11). Implica contacto con Dios, hecho posible por vía del sacrificio de Cristo, hacer que el Espíritu de Dios comience plenamente a iluminar a cada una de las mentes recientemente sometidas y engendradas del Espíritu. Este hecho básico formó el enfoque, el cimiento, el tronco del árbol que Cristo les llevó - a través de Pablo - durante el año y medio que Pablo vivió en Corinto (I Corintios 2:2).
Cualquiera que, por consiguiente, enseñó dentro de la Iglesia de Corinto, estaba, por tanto, obligado por deber a seguir dentro de la herencia del Espíritu de sometimiento que Cristo había ya establecido dentro de la Iglesia. El no podría enseñar contrario a esa herencia porque - si lo hiciera, se haría él mismo un "falso apóstol"; hecho que está acorde con II Corintios 11:13. Así, Pablo revela que, cualquier otro sería, "otro Jesús… otro espíritu… otro evangelio" (II Corintios 11:4). Cristo ya había puesto los fundamentos: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" (I Corintios 3:11) - pero Él usó a Pablo para hacer eso, a través de la gracia dada específicamente a Pablo, en el papel de apóstol de ellos. El fue el apóstol enviado específicamente a la Iglesia en Corinto: "Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica" (I Corintios 3:10).
Si alguien construyera en una forma no alineada - en forma extraña a estos fundamentos puestos originalmente por Cristo a través del apóstol enviado - estaría intentando destruir y desalinear algo profundamente Santo: El mismo templo al que Cristo está destinado a regresar: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual [templo] sois vosotros" (I Corintios 3:16-17).
Esta administración es de gran responsabilidad para todos nosotros dentro del ministerio. Nuestro juicio consistirá grandemente en cuan fielmente administramos esta responsabilidad. Deberíamos quedarnos sin ninguna duda en relación con esto, como Cristo - a través de Pablo - nos instruye: "Así pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" (I Corintios 4:1-2). El conocimiento que Pablo dio a la Iglesia de Corinto no vino de su propia mente humana, porque él dice: "no sé nada por mí mismo…" [versión King James (KJV)] (I Corintios 4:4), sino que aquellos en Corinto aprendieron lo que Dios requería que ellos aprendieran - a través de Pablo - no de sus propias mentes humanas. A pesar de todo, fue una falta de continuar en Esta Manera [o Camino] lo que ocasionó el problema: "porque ¿quién te distingue [de otro]? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" (I Corintios 4:7).
El corazón y centro del problema Corintiano - la razón por la que ellos tuvieron facciones y argumentos acerca de este ministro, o de ese anciano - fue que elevaron su propia razón humana por encima de la revelación de Dios. Ellos rehusaron recibir la Verdad en La Forma que Dios decretó - y fallaron en reconocer el verdadero papel del apóstol Pablo. Pablo fue su apóstol originalmente enviado a ellos por Dios Mismo. Esta es la razón por la que Pablo usa sarcasmo al decirles: "Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros", como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. "Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados" (I Corintios 4:9-10).
Soluciones en Corinto
Pablo dispone entonces la solución más clara, cuando dice: "No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. Por tanto, os ruego que me imitéis" (I Corintios 4:14-16). Si la Iglesia de Corinto iba a regresar a la sencilla senda que "lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:14), tenía que reconocer dónde esa sencilla y original senda estaba realmente para ella. - dónde se originó. Ésta no vino de Pablo; pero vino por vía de Pablo - de Cristo mismo.
Entonces, él, les dice cómo decidió asistirlos e introducirlos de regreso a la línea que Cristo requiere: "Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias" (I Corintios 4:17). Timoteo construyó fielmente, alineando claramente lo que él dijo, con el fundamento que Cristo había puesto previamente dentro de la Iglesia a través de Pablo. Esta es la razón por la cual Timoteo fue enviado a ellos. Apolos no había estado tampoco haciéndolo así, o había sido incapaz de prevenir el desarrollo de facciones, debido a su inexperiencia. Lo que fuere el problema con Apolos, el enviar a Timoteo - y su fiel alineamiento espiritual a los fundamentos, puestos por el enviado por Cristo como su apóstol - fue la solución al problema.
"Seguidme en Tanto que yo Siga a Cristo"?
Vemos en el capítulo 4 que Pablo instruyó claramente a la Iglesia de Corinto a seguirlo a él, pues él fue su apóstol, enviado a ellos por Cristo. No obstante, muchas personas intentan usar otro pasaje, que también se encuentra dentro de Primera de Corintios, para justificar una posición de no seguir al apóstol enviado a ellos, y por quien ellos fueron iluminados. El pasaje es: "Sed seguidores de mí, así como yo también lo sea de Cristo" (I Corintios 11:1) [Versión Biblia KJV]. Tales personas declaran que este versículo implica solamente seguir a alguien en tanto que [ese alguien] siga a Cristo; y rechazan cualquier aspecto o enseñanza que no esté acorde con esto.
En la superficie esto suena recomendable; de hecho, escrituras tales como: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (I Tesalonicenses 5:21) en efecto, indican comparaciones cuidadosas de todas las enseñanzas con la Palabra de Dios - para que así pudiéramos aferrarnos firmes a lo bueno. Sin embargo, hacer que este pasaje en Corintios implique que aceptamos solamente lo que se nos ocurre que está conforme con lo escritural, es un torcer erróneo de las escrituras, por una simple razón: La gente en Corinto sabía de Cristo, únicamente a través del apóstol Pablo, quien Cristo había enviado a ellos. No había Nuevo Testamento u otro documento disponible a ellos, que pudieran usar para "compararlo con lo que Pablo enseñaba". Por eso, esta interpretación no puede ser correcta.
El pasaje significa, "sed seguidores de mí - porque yo estoy siguiendo a Cristo." Esto es adicionalmente reforzado cuando usted lee, justo, el versículo siguiente: "Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué" (I Corintios 11:2). El pasaje no ofrece algún tipo de justificación para rechazar la guía y dirección de un apóstol; - de hecho, es bastante lo opuesto.
En Resumen
La Iglesia en Corinto era una facciosa Iglesia dividida, por causa de un problema central: La gente en la Iglesia elevó la razón humana por encima de la revelación de Dios. Ellos fallaron en reconocer que las cosas espirituales sólo pueden ser las inspiradas por Dios, y no lo que se deduce usando el intelecto humano. Para continuar como pueblo de Dios, era esencial que los hermanos en Corinto siguieran fielmente su revelación inicial - mirando al pasado individuo que Cristo envió como su apóstol, a la Verdadera Fuente Espiritual de esa revelación.
La solución, en el caso de la Iglesia de Corinto fue enviarles a Timoteo, puesto que él entendía este principio. Pablo sabía que Timoteo se comportaría como un fiel administrador, y alinearía sus enseñanzas con la herencia espiritual originalmente dada, por vía del apóstol Pablo, quien era su apóstol - enviado a Corinto. De esta manera, el Templo, a lo que la gente estaba destinada a convertirse, podría, una vez más, ser regresado a la Senda, en la unidad que pretendió Cristo. Estas palabras, dentro de Primera de Corintios, han sido preservadas para que nosotros, en el tiempo del fin, podamos también aprender. Nosotros también debemos mantenernos alerta acerca de si los administradores que trabajan entre nosotros hoy, son fieles como fue Timoteo.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 7
Cuando Muere un Apóstol
¿Qué debería pasar cuando un apóstol muere, en la medida en que le afectara al pueblo de Dios? ¿El hecho de que un apóstol esté muerto, le da a aquellos que quedan algún derecho de trastornar sus enseñanzas?
El mensaje de II de Pedro
Afortunadamente, Dios no nos ha dejado en la oscuridad sobre esta materia, pues un libro específico dentro de la Biblia trata este particular tema. El libro de II de Pedro fue escrito, "Sabiendo que en breve debo abandonar este cuerpo [tabernáculo], como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas" (II Pedro 1:14-15). El mismo propósito del libro es recordarle a aquellos que lo lean sobre las cosas específicas que Cristo entregó a través del apóstol Pedro, para que continuaran en tener aquellas cosas dentro de sus propias mentes después de su muerte.
Pedro, entonces, continúa en mostrar cómo Cristo trata específicamente con tres individuos - Pedro, Santiago y Juan - Solamente Juan y él mismo, estaban vivos en ese tiempo. El Nuevo Testamento fue canonizado inmediatamente antes de sus muertes. No solamente el libro de II de Pedro había de guiar a aquellos a quienes él estaba escribiendo, sino que Dios usó entonces el Nuevo Testamento para ayudar a preservar la Iglesia a través de los milenios, hasta nuestros días hoy. Por lo tanto, Pedro nos dice a todos: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro" (II Pedro 1:19).
Las Escrituras No Son de Interpretación Privada
Esta iluminación no se originó con Pedro sino con Cristo. Además, Cristo estaba comprometido en preservar a aquellos dentro de su Iglesia - que siguió a la muerte de Pedro - por medio de dar más claridad y consistente comprensión de las escrituras a través de la instrucción del apóstol Pedro, quien estaba a punto de dejarlos. Esta es la razón por la que él señala: "que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (II Pedro 1:20-21).
Exactamente como las escrituras fueron originalmente escritas por acción de un solo Espíritu, asimismo ellas han de ser entendidas de una manera, y solamente de una manera. Para exactamente comprender de qué "manera", requiere de un don o gracia del mismo Espíritu de Dios, que inspiró las escrituras, en primer lugar. Ese único don puede solamente venir de Dios mismo.
Falsos Maestros
Dios elige no revelar su voluntad a cada individuo privadamente, pero ha escogido revelar su Verdad, de una manera estructurada: Por vía de los apóstoles que poseen esta "…palabra profética más segura" (II Pedro 1:19). Porque, como Pedro nos advierte: …habrá entre vosotros falsos maestros, que "introducirán encubiertamente herejías destructoras" (II Pedro 2:1-2).
Tales falsos maestros, él nos dice que: desprecian el señorío [el gobierno] particularmente el Gobierno de Dios y son atrevidos y contumaces. Además, no temen decir mal de las potestades superiores incluyendo al apóstol que originalmente iluminó a la gente que ellos desvían (II Pedro 2:10). Deberíamos estar también apercibidos de que ellos han de ser un problema común, porque "muchos seguirán sus disoluciones" (II Pedro 2:2).
La Actitud de Balaam
La actitud desplegada por tales hombres es idéntica a la actitud de Balaam (II Pedro 2:15). Además de querer dinero, Balaam quería ser visto como un profeta de El Eterno - aunque él era un sacerdote pagano. Esto indudablemente fue debido al reconocimiento que por ello él recibiría. Distinto de los verdaderos siervos de Dios, Balaam no estaba verdaderamente interesado en seguir el Camino de Dios, sino que, por el contrario, quería ir por su PROPIO camino, hasta donde él calculó que podría salirse con la suya. Él dio la impresión de que estaba siguiendo a Dios (Numeros 22:18-19), pero, en la práctica, aconsejó a Balak cómo socavar el propósito de Dios, por medio de incitar a Israel a pecar con las mujeres de Madián (Numeros 31:14-16).
Cristo, por lo tanto, nos advierte, a través de II de Pedro, que tales hombres carnales, consistentemente, se volverían "atrás del santo mandamiento que les fue dado" (II Pedro 2:21) con el fin de poder seguir sus propios caminos. Observe también que la fuente del "mandamiento" del cual ellos se vuelven, es un asunto muy claro: Es decir, "…el mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles" (II Pedro 3:1-2).
Un Imperturbable Liderazgo
Pedro y los otros apóstoles fueron enviados por Dios a iluminar a su pueblo. Como apóstoles, ellos los iluminaron por vez primera, e interpretaron propiamente las escrituras que habían sido escritas previamente por los profetas de antaño.
Este mismo proceso de iluminación ocurre a cada uno de nosotros. Dios hace esto por medio de guiar a su Iglesia, usando su Espíritu en un apóstol, mientras ese apóstol está vivo. Sin embargo, enseguida de la muerte del apóstol, el mismo liderazgo - proveniente del mismo Espíritu - debe continuar imperturbable sobre la Iglesia, si ésta permanece siendo la misma Iglesia de Dios.
II Pedro nos enseña que el Gobierno de Dios incluirá, entonces, la herencia espiritual dejada por el apóstol. Es vital, por lo tanto, que el liderazgo humano en la organización de una iglesia, también se someta a lo que Dios ha dispuesto sobre ella. El liderazgo dentro de la Verdadera Iglesia de Dios nunca se da simplemente desde un líder humano hacia abajo. El Verdadero Gobierno de Dios es siempre desde Dios hacia abajo.
El liderazgo humano dentro de la Iglesia de Dios debe ser visto, [comprendido] en que claramente, sin ambigüedad, se ubica debajo de esta herencia espiritual que queda después de la muerte de un apóstol. La muerte del apóstol enviado no debería tener absolutamente ningún efecto sobre este aspecto. Su verdadera fuente no cambia. La comprensión obtenida por vía de la anterior revelación y del tipo de administración sobre la Iglesia deben ambas continuar ininterrumpidas.
En Resumen
Cuando II Pedro fue escrito, Pedro estaba a punto de morir. Él supo, procedente de lo que Cristo le había hablado, que era imperativo para la gente mantener la revelación original en mente después de su muerte. También supo que hombre engañadores, con la misma actitud de Balaam, los pondrían a prueba sobre este punto específico. Dios, por consiguiente, vio adecuado que él escribiera la epístola de II Pedro. Dios vio también adecuado preservar este libro hasta nuestros días - porque Él sabía que nosotros también seríamos probados de manera similar.
Nosotros debemos siempre mantener en mente, claramente la fuente de toda revelación que hemos recibido. Esa revelación no vino originalmente del hombre. Para ser la Verdad de Dios, ésta tuvo que venir de Dios Mismo. Simplemente fue mandada a nosotros por vía de un hombre - un apóstol - enviado por Dios con su Verdad para su pueblo. Exactamente como en II Pedro, aún después de la muerte de aquel hombre, también debemos estar seguros de que el legado espiritual dejado a nosotros, permanece sobre nosotros - si hemos de continuar como el verdadero pueblo de Dios.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 8
El Apóstol del Tiempo del Fin
En los capítulos precedentes hemos visto que la Verdadera Iglesia de Dios debe mantenerse sujeta al apóstol específico que Dios le envía - el que los ilumina primero con la Verdadera Palabra de Dios. También hemos visto cómo, aún después de la muerte de tal apóstol, Dios espera de su pueblo que recuerde la Verdad que su apóstol enseñó, y que se mantenga sujeto a la herencia espiritual que él le dejó. Haciendo esto, se da protección contra falsos maestros.
En el tiempo del fin, la profecía indica que un apóstol muy especial ha de ser "enviado" por Dios. Este individuo está destinado a restaurar "todas las cosas" (Mateo 17:11). Lo que sea que puedan significar "todas las cosas", ciertamente debe incluir todos los fundamentos espirituales que el pueblo de Dios necesitará en ese tiempo crucial. Sin embargo, la escritura también indica que el nivel de los falsos maestros está dispuesto a elevarse desproporcionadamente, al tiempo que Satanás ve que su era forzosamente va a cerrarse (Mateo 24:24). Correctamente entendiendo y apreciando el papel del apóstol del tiempo del fin, consecuentemente, se vuelve progresivamente más importante, en tanto que nos aproximamos al final de esta era. Esto ayudará a cada uno de nosotros a reconocer a aquellos profetizados falsos maestros, cuando llegamos a cruzarnos con ellos.
El Elías que Viene
En la descripción de Juan el Bautista, Cristo presenta a Juan como tipo de uno profetizado a ser "enviado" justo antes de su segunda venida. Esto está indicado cuando Cristo dice: "Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino" (Mateo 17:11-12). Los tiempos [de conjugación] usados aquí demuestran dos cumplimientos separados. Además, por ser "enviado" (lo cual es lo que significa el título de apóstol), Cristo también describe el papel de Juan el Bautista como "más que profeta" (Mateo 11:9). Lo que sigue, por lo tanto, es que el cumplimiento del futuro papel también ostentaría un oficio similar, y el único oficio más grande que profeta es aquel de un apóstol (I Corintios 12:28).
El trabajo primario de este individuo es preparar un pueblo elegido de Dios, como parte del mismo Templo viviente al que Cristo regresa como Rey de Reyes (Malaquias 3:1). Esto exige enseñarles la revelación específica que Dios restaura - iluminándolos con la Verdad por primera vez. Si tal pueblo no existe, Dios dice que Él destruirá la tierra (Malaquias 4:6). Mas, es claro que un pueblo elegido estará presente, como nos dice Mateo: "por causa de los escogidos aquellos días serán acortados" (Mateo 24:22). El hecho de que "los elegidos" están profetizados a existir, indica que este apóstol ha aparecido sobre la tierra, previo a este tiempo - restaurando todas las cosas específicas que ellos necesitarán para su preparación.
Cuando se habla de este individuo, note, por favor, que él es un individuo - como fue Juan el Bautista. No existe indicación de que él está vinculado con algún otro, tal como a uno de los dos testigos, que se encuentra en Apocalipsis 11. La profecía tampoco habla de un grupo colectivo de iglesia. Dios dice: "He aquí, yo envío mi mensajero [singular - no plural]" (Malaquias 3:1), y "este [singular] es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del [singular] que clama en el desierto" (Mateo 3:3). Lo que nosotros debemos buscar es un individuo que prepara al pueblo de Dios, justo antes del fin de esta era. Las profecías son muy explícitas.
Viendo Correctamente el Tiempo
Para entender correctamente tales profecías, es importante que apreciemos la forma como Dios ve el tiempo, y, entonces, usemos una vista similar. Pedro nos dice que para Dios "mil años son como un día" (II Pedro 3:8). En la misma sección se nos dijo: "que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?" (II Pedro 3:3-4). El principio de 1000 años por un día parece ser un antídoto que Dios nos da para contrarrestar tal sarcasmo.
La Iglesia primitiva también entendió este principio. Observe lo que Edward Gibbon escribe en La Historia de la Declinación y Caída del Imperio Romano, Vol. II: "La antigua y popular doctrina del milenio estaba íntimamente conectada con la segunda venida de Cristo. Como las obras de la creación habían sido terminadas en seis días, su duración, en su estado presente… estaba fijada en seis mil años… Seguido por un gozoso Sábado de mil años" (Pág. 100-101).
Cuando indagamos en la historia del hombre, usando esta medida -con 6,000 años equivalentes a una semana de trabajo - una inesperada figura emerge: La mayor parte de las cosas de alguna significación, parece que ocurre durante la porción final del día Viernes - el tiempo que corresponde al día de preparación para el Sábado Milenial. Examinemos tres de tales áreas que directamente se relacionan con el apóstol del tiempo del fin:
Mañana Temprano de ese "Viernes": En el año 1,525, William Tyndale, produjo una traducción de la Biblia en lengua Inglesa. Al mismo tiempo, por medio de la invención de la imprenta, él pudo diseminar esta edición de las escrituras al gran público - dando acceso nunca antes visto a la Palabra de Dios. Así pues, Tyndale dijo a unos sacerdotes visitantes las palabras famosas: "Si Dios preserva mi vida, antes de que pase mucho tiempo, causaré que un niño campesino conozca las escrituras mejor que ustedes!" Este acceso universal a la escritura fue crucial para que el apóstol del tiempo del fin llevara a cabo efectivamente su trabajo. Mucho de la obra de Tyndale sobrevive hasta este día dentro de la Biblia King James.
Alrededor del "medio día" de ese "Viernes": En el año 1,815, la revolución industrial comenzó. Este fue también un evento crucial. Daniel predijo que en "el tiempo del fin: Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará" (Daniel 12:4). En lenguaje moderno, estas cualidades son: "comunicación y ciencia". Éstas, definen virtualmente nuestro mundo de hoy, pero sus raíces se remontan históricamente a la revolución industrial.
Entre "las 2 p.m. y 3 p.m."de ese "Viernes": Desde aproximadamente el año 1,900 - las dos cualidades de comunicación y ciencia, empezaron, literalmente, a explotar dentro del mundo. El teléfono, la radio, el poder de volar, las fábricas de automóviles, la invención de la pulpa de papel, la electricidad comercial, la teoría del átomo - todo empezó en este tiempo. El "tiempo del fin" en sí mismo comenzó realmente desde este punto!
A Daniel se le dijo: "cierra las palabras y sella el libro [todavía] hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará" (Daniel 12:4). Este tiempo - empezando alrededor de 1900 - es el tiempo de empezar a buscar las palabras de Daniel que han de ser reveladas, como se predijo! Este tiempo - el estilo de vida, empezando alrededor de 1900 es la época en la cual nosotros necesitamos encontrar al apóstol profetizado del tiempo del fin!
Apostasía Sin Precedentes
Cuando Cristo profetiza que "A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas" (Mateo 17:11), Él realmente está dándonos una nueva profecía. Esta restauración de la Verdad es particularmente importante, puesto que también establece la base de trabajo para que otras dos vitales profecías tengan lugar. Ambas están ligadas a la Verdad revelada que el apóstol del tiempo del fin está destinado a restaurar:
Dentro de II de Tesalonicenses, hay profetizado una gran apostasía, o abandono de la Verdad de Dios, que tiene lugar justo antes del fin: "Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía" (II Tesalonicenses 2:3). Esta apostasía no puede estarse refiriendo a lo que ocurrió durante el surgimiento de la Iglesia Católica en el primer siglo, pues la apostasía en cuestión está específicamente atada al tiempo del fin (versículo 1); no fue un evento 2,000 años antes. Pablo nos dice que será uno de dos cruciales signos, indicando que la era completa del hombre está a punto de cerrarse. Hasta que la apostasía ocurra, nos dice él, no deberíamos dejarnos, "mover fácilmente del… modo de pensar… que el día del Señor está cerca" (versículo 2). Esta tiene que ser una mayor apostasía de la Verdad - diferente de cualquiera que haya sido vista antes - justo antes del regreso de Cristo.
Para que tal apostasía tenga lugar, La Verdad debe primero haber sido restaurada. Solamente entonces puede, subsiguientemente, darse un abandono de esa Verdad. Así que el apóstol profetizado quien restaura - todas las cosas al tiempo del fin - debe venir previo a esta final apostasía sin precedentes.
Adicionalmente, cuando empezamos a apreciar la escala involucrada en esta apostasía, también llega a ser más que probable que la apostasía tendrá lugar después de que el apóstol del tiempo del fin haya muerto. Un total rechazo del Camino de Dios, sin precedentes, por parte de un segmento dentro de la Iglesia fundada por el apóstol mismo, está involucrado. Es esta escala, que se indicó antes, sin precedentes - y, quizás, la velocidad - que hace más probable que el que inicialmente restauró esa Verdad no está más allí para proteger la Iglesia.
Filadelfia y Laodicea
Además de la apostasía ya mencionada, encontramos también un segundo problema dentro de lo que queda de la Iglesia de Dios del tiempo del fin. Este problema está implícito cuando examinamos dos de las iglesias encontradas dentro de los capítulos iniciales de Apocalipsis.
Puede ser claramente demostrado, que las Siete Iglesias de Apocalipsis, elementalmente, representan sucesivas eras de la Verdadera Iglesia, porque al apóstol Juan le fue dicho: "no selles las palabras de la profecía de este libro porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis 22:10; 1:3). El punto de concentración de Apocalipsis es "El Día del Señor" del tiempo del fin (Apocalipsis 1:10). Solamente comprendiendo estas Iglesias como sucesivas eras, el no selles,citado arriba, en relación con todo el libro, tiene sentido. Solamente entonces puede la primera era (Éfeso) tener información específicamente para aquellos, en los días de Juan - haciendo la frase, "porque el tiempo está cerca," correcta.
Cuando miramos a estas sucesivas eras, dos Iglesias del tiempo del fin llegan a la vista: Filadelfia y Laodicea. Dentro de estos dos grupos, podemos ver también evidencia de que allí existe un apóstol del tiempo del fin.
Es bastante claro que Filadelfia existe justo antes y durante el fin del mundo, como Cristo les dijo, no solamente "he aquí, yo vengo pronto" (Apocalipsis 3:11), sino que también habla de la inminencia de "la hora de la prueba [tentación] que ha de venir sobre el mundo entero" (Apocalipsis 3:10). Esta era debe ser, por lo tanto, concurrente con el apóstol del tiempo del fin, quien es el medio por el que Dios revela Su Verdad durante este tiempo. Además, a ella [Filadelfia] se le dijo que "retén lo que tienes" (Apocalipsis 3:11). Resulta, por lo tanto, que aquello que ella tiene debe de haber venido originalmente de este individuo que fue profetizado para "restaurar todas las cosas" (Mateo 17:11).
La Ceguera de Laodicea y Las Aguas de Siloé
En el caso de la Iglesia de Laodicea, ésta es descrita en cuanto a ser "pobre, ciega, y desnuda" y debe, por eso [ungir sus] "ojos con colirio, para que veas" (Apocalipsis 3:17, 18). Acoplando este pasaje con la lección del ciego de nacimiento, en Juan 9, nos permite comprender no solamente qué es lo que Laodicea debe hacer, sino también cómo Laodicea y la era previa (Filadelfia) están atadas.
El mandamiento a Filadelfia de "retén lo que tienes" (Apocalipsis 3:11), también implica parte del antídoto que Laodicea necesita. Asimismo, el significado de Laodicea ("la gente que juzga o decide"), y la advertencia a Filadelfia de que "ninguno tome tu corona" (Apocalipsis 3:11), provee fuertes indicaciones de que ambos problemas, y la solución necesaria, son comunes a ambas. La diferencia es que Filadelfia aplica voluntariamente la solución, y Laodicea no.
Parece que aquellos dentro de Laodicea han dejado la fuente de agua pura y Espiritual que Dios anteriormente usó para lavar completamente su ceguera, en el proceso de conversión. Este colirio está encapsulado dentro del mismo significado de la palabra "Siloé", que se encuentra en Juan 9: La iluminación que vino originalmente por vía del "apóstol", o del que Dios "envió " a ambas, Filadelfia y Laodicea, con su Verdad revelada. La indicación es que Laodicea está sustituyendo las enseñanzas por las de los hombres (Hebreo: Adam) cuyas ideas ciegas de barro son meramente de esta tierra (Hebreo: adama). Solamente al retornar a "la piscina de Siloé" [la cual significa enviado o apóstol] - a los fundamentos Espirituales Verdaderos enviados por Dios (no por el hombre) - pueden por lo tanto, aquellos dentro de Laodicea, remover su ceguera Espiritual.
Este análisis es también reforzado cuando leemos sobre las vírgenes insensatas en Mateo 25. El ingrediente clave perdido, en su caso, es aceite - otro símbolo para el Espíritu de Dios y la Verdad de ese Espíritu. Como hemos visto, Dios da Su Verdad en el nivel fundamental a través de apóstoles, usando gracia o dones Espirituales. En el tiempo del fin, este es un individuo singular - apóstol de Dios profetizado, quien prepara al pueblo para el regreso de Cristo.
Exactamente Dos Alternativas - Con implicaciones
Únicamente dos alternativas son posibles: Que el apóstol de Dios del tiempo del fin ha venido, o no lo ha hecho. Como veremos, escoger creer que no ha venido, acarrea algunas profundas implicaciones para el pueblo de Dios hoy. Cuando entendemos de manera exacta el escenario que está profetizado, aquellas implicaciones son verdaderamente escalofriantes.
La conclusión lógica es: Si el señor Herbert W. Armstrong no fue el apóstol del tiempo del fin (como él clamó ser), entonces la Verdadera Iglesia de Dios debe buscar otro. Ese individuo debe aparecer - preciso, como está profetizado - o Dios es hecho mentiroso! Pero. ¿Cuáles son las implicaciones de rechazar al señor Armstrong como el que cumplió ese papel? ¿Qué pasa si buscamos otro Elías del Tiempo del Fin en su lugar? Y si decidimos por este curso de acción - y nos equivocamos - ¿Cuáles son las repercusiones?
La mayoría de los que desean rechazar al señor Armstrong como el Elías, han hecho voces en cuanto a que "venir en el espíritu y poder de Elías" implica grandes habilidades para ejecutar milagros, tales como aquellas dadas al Elías de la antigüedad y a los dos testigos. Esta postura es muy peligrosa en realidad, puesto que se nos dijo que "se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si [fuere]posible, aun a los escogidos" (Mateo 24:24). Note que la palabra "fuere" no está en el original. El versículo arriba citado implica, en el original, que el mismo propósito de los signos Satánicos y prodigios es específicamente para engañar a los elegidos!
Justo antes de que Cristo menciona lo arriba citado, dice:"por causa [por amor] de los elegidos, aquellos días serán acortados. Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis" (Mateo 24:22-23). Dios nos está advirtiendo! Él nos advierte, no para que seamos atrapados por aquellos que insisten en buscar otro Elías que ejecutará milagros. La indicación es que Satanás está a punto de dar a tal gente exactamente lo que está buscando!
¿Son Requeridos los Milagros?
Para entender correctamente qué hará el Elías del tiempo del fin, Dios nos permite ver dentro de las escrituras cómo el "Elías" inicial, previo a la primera venida de Cristo, cumplió su papel. Esto incluye, sea que se requieran o no, milagros espectaculares.
Hablando de Juan el Bautista, específicamente se nos dijo que "Juan ninguna señal [milagro] hizo" (Juan 10:41), y, sin embargo, Juan sí cumplió el papel profetizado de Elías, como el ángel dijo a su padre Zacarías: "E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17).
En virtud de esto podemos ver, en Juan el Bautista - quien es el tipo [o modelo de Elías] - que el apóstol en el tiempo del fin no será Elías, pero vendrá en "el espíritu y poder de Elías". El vendrá como maestro o convertidor - Justo como Elías y Juan el Bautista fueron. Su papel involucrará preparar un pueblo para Dios, y enseñarles acerca del arrepentimiento - volviéndolos de sus propios caminos, al Camino de Dios. Tal individuo poseerá también automáticamente la marca genuina de un verdadero apóstol, para, como lo hemos visto en capítulos previos, iluminar por primera vez a la gente y volverlos al Camino de Dios que, en realidad, se extiende al mismo corazón del papel de un apóstol.
En Resumen
La profecía claramente predice que, en el tiempo del fin, un individuo será enviado para preparar parte del Templo espiritual, al cual Cristo regresará. Del tipo [o modelo] - que fue Juan el Bautista - sabemos que la frase "espíritu y poder de Elías" no implica la ejecución espectacular de poderes y milagros de Elías, sino, mejor, la forma en que él iluminó las mentes de la gente - volviéndolas hacia el Camino de Dios en arrepentimiento.
A este apóstol del tiempo del fin le es también dado profunda revelación, en el sentido de una restauración del entendimiento antiguo. En este papel, él - restaurará todas las cosas - que la Iglesia del tiempo del fin necesita "retener", para que ningún hombre tome su corona.
De lo expuesto antes, solamente dos escenarios son posibles: Que el apóstol del tiempo del fin ha venido, o que nosotros en la Verdadera Iglesia debemos buscar otro. Aquellos que no aceptan al Sr. Herbert Armstrong como aquel individuo, deben, en consecuencia, estar esperando por otro - o la Palabra de Dios es falsa. Tal postura es increíblemente peligrosa. Como indica la profecía, Satanás dará a tal gentes cualesquiera milagros que ellos puedan estar esperando - pero con señales y prodigios mentirosos para engañar a los elegidos de Dios.
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Capítulo 9
La Evidencia de Nuestro Apóstol
Durante el tiempo de los primeros apóstoles, hubo varios que no aceptaron la autoridad del apóstol Pablo. Ellos rehusaron aceptar que Pablo había sido enviado específicamente a ellos como su apóstol. En cambio, escucharon a otros - quienes los indujeron lejos de la verdad anteriormente revelada a ellos. No obstante, cuando examinamos la escala de gracia dada al apóstol Pablo, y cómo Dios lo usó en el papel para el cual Él lo envió; es decir, aquella evidencia colectiva, eso indica muy claramente que él fue el artículo genuino - aunque él no fue uno de los Doce.
Hoy, nos encontramos moviéndonos hacia un período mucho más asombroso en la historia. El plan de Dios requiere de jueces rectos que puedan usar su Espíritu para efectivamente pesar la evidencia a la manera de Dios. Tener que ser echado cada vez en un rincón, antes de que reconozcamos alguna cosa que Dios tenga que decirnos, no es un medio aceptable de hacerlo. Si estamos cerca de Dios y pesamos la evidencia colectiva de nuestro apóstol - en la forma honesta que Dios demanda - entonces, dos cosas llegan a ser relevantemente claras: El Sr. Armstrong fue ambas: Nuestro apóstol, y el apóstol del tiempo del fin profetizado, asimismo. Él fue el profetizado para restaurar "todas las cosas" que Dios requiere para este crítico período.
El Sello del Apostolado: Que Nosotros Conocemos La Verdad
Debería ser evidente a todos nosotros que conocemos hoy la Verdad, que nosotros aprendimos la vasta parte de esa Verdad, a través del Sr. Herbert Armstrong o de aquellos a los que él enseñó. Esto, más que otra cosa, debería decirnos que él es nuestro apóstol. La Verdad fundamental, como hemos visto en capítulos precedentes, es, por su misma naturaleza, conocimiento revelado. Éste viene solamente de Dios, y es revelado por vía del apóstol que El escoge para enviarlo a su pueblo. Si conocemos esa Verdad - y hemos sido hechos, por lo tanto, parte de la Verdadera Iglesia de Dios - entonces el que humanamente nos enseñó es nuestro apóstol - enviado (Griego: apostello) por Dios.
El apóstol Pablo usa específicamente este hecho, como su propia prueba principal del apostolado a la Iglesia de Corinto, cuando dice: "¿No soy apóstol?… ¿no sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor" (I Corintios 9:1-2).
Es nuestra habilidad para comprender las cosas espirituales que provee la mayor prueba de la posición del Sr. Armstrong como apóstol. Pablo había indicado a la Iglesia de Corinto que la Verdad que ellos entendieron fue simplemente, recibida por ellos. Ellos no llegaron a esta Verdad por ellos mismos! Pero la ironía es que Dios podría, con la misma fuerza, decir a cada uno de nosotros hoy: "¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" (I Corintios 4:7). La Verdad dentro de la Iglesia hoy no ha sido auto-generada. Aprendimos aquella Verdad, de Dios. Él escogió enseñarnos a través de un individuo singular - el apóstol enviado a iluminarnos en este tiempo del fin: El Sr. Herbert W. Armstrong.
El Sr. Armstrong Conocía Su Papel
Si miramos la forma en la cual el Sr. Armstrong enseñó como educador - haciendo un trabajo semejante al de Elías - las mismas cualidades semejantes a las de Elías, en Juan el Bautista, pueden ser también vistas en él. Él reconoció claramente este mismo paralelo. Tome nota de esta cita de El Misterio de los Siglos:
"La hora de Dios ha llegado! Ahora Él envía una voz que clama con poder al mundo entero, revelando el camino para salir de esta locura insensata y entrar en el mundo de PAZ y justicia que pronto abarcará toda la tierra!"
En el libro de Isaías hay una profecía para nuestros días: "Voz que clama en el desierto: Preparad camino al Eterno… Levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di … He aquí que el Eterno el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro" (Isaías 40:3, 9-10).
Esa voz está clamando hoy!
El profeta Malaquías lo confirmó: "He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Eterno de los ejércitos" (Malaquías 3:1).
Elías Vendría Primero
Ambas profecías tienen aplicación doble. En primera instancia, se refieren a Juan el Bautista, quien preparó el camino antes del ministerio humano de Jesucristo hace más de 1,900 años. Pero, estas profecías predicen a uno, como prototipo o precursor, que prepara el camino antes de la Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, esta vez con el propósito de Gobernar a todas las naciones!
La profecía de Malaquías, como la de Isaías, se aclara leyendo más adelante del versículo primero. Ambas se refieren a un mensajero humano que prepara el camino …antes de la Segunda Venida de Cristo, que ya es inminente y que será con poder y gloria supremos como Gobernante de todas las naciones!
Entendamos el principio de dualidad en la profecía. Estas profecías tienen un cumplimiento anterior y un cumplimiento posterior.
Juan el Bautista fue una voz que clamaba en el desierto físico cerca del río Jordán, preparando el camino para el Jesús humano y físico, a su primera venida, a un templo material en Jerusalén y al pueblo físico de Judá. Pero fue también prototipo de una voz que había de clamar (con la amplificación de la prensa, la radio y la televisión modernas) en medio del desierto espiritual de confusión religiosa actual, para anunciar la inminencia de la segunda venida de Cristo, como un Cristo glorificado espiritualmente, a su templo espiritual (La Iglesia resucitada a la inmortalidad) (Efesios 2:21-22).
Jesucristo vino hace más de 1,900 años para anunciar el futuro Reino de Dios. Esta vez vendrá para Establecer ese reino. Ese último mensaje de advertencia se está difundiendo ahora por el mundo entero, con amplificado poder.
Está yendo ante reyes, emperadores, presidentes y primeros ministros de las naciones - y a sus pueblos en todos los continentes de la tierra! (El Misterio de los Siglos, pág. 7-9)
La cita de arriba y muchas otras muestran claramente que el Sr. Armstrong sabía que él cumplió el papel del Elías del tiempo del fin. A comienzos de 1980, repetidamente, cuando hablaba, y en sus escritos, también se refirió a sí mismo como "el Apóstol de Dios." Cualquiera que tenga algunas dudas acerca de esto, debería escuchar el estudio bíblico que él dio sobre el Templo de Zorobabel, el 21 de julio de 1978, en el cual específicamente responde cómo y cuándo él supo que era el apóstol de Dios.
Él sabía quién era él. Aquellos de nosotros que conocemos la Verdad - revelada a nosotros por Dios, a través de él - debemos sostener este hecho, en claro enfoque de cristal. Esto es particularmente verdadero ahora, después de su muerte, cuando tantos anteriormente unidos con nosotros en la Iglesia, han perdido la percepción de los eventos más extremos en los cuales vivimos - y en los cuales estamos en suspenso por entrar.
El Sr. Armstrong Apareció En El Tiempo Justo
Como hemos visto en el capítulo anterior, cuando vemos el tiempo como Dios lo ve, estamos dando testimonio actual de las horas culminantes de un día de preparación 1,000 años previo al pronto venidero descanso Sabático Milenial. Usando esta estructura, el año 1,900 se convierte en fecha central, por causa de dos señales clave dadas a nosotros en el libro de Daniel. Estas dos señales clave, de las comunicaciones y la ciencia (Daniel 12:4) explosionaron sobre el mundo desde aquel punto específico en la historia.
El Sr. Armstrong había nacido el 31 de julio de 1892 - justo al inicio de este período de central interés. Como él mismo dijo: "Conocí la era del coche de caballos, la era industrial y del automóvil, la era del avión, la era nuclear y, ahora, la era del espacio." (El Misterio de los Siglos, Declaración del Autor).
Cuando el Sr. Armstrong tenía 11 años, los hermanos Wright llevaron a cabo lo que es considerado como los primeros pasos en el poder de vuelo - permaneciendo en el aire 12 segundos exactamente. Hacia el final de su vida, el Sr. Armstrong fue capaz de atravesar el globo en su propio aeroplano, llevando el evangelio a los reyes, presidentes y primeros ministros. La manera en que el progreso científico parecía desarrollarse al paso con el crecimiento de la Obra de Dios - la radio, la televisión, el teléfono, el télex, los computadores, el video satelital en directo - fueron bastante asombrosos.
Adicionalmente, cuando el evangelio fue por primera vez al mundo, en 1953 - 100 ciclos de tiempo después de que el apóstol Pablo llevó el evangelio a Europa - otro evento profético crucial ocurrió. Fue alrededor de esta fecha que por vez primera llegó a ser posible que toda vida humana pudiera ser extinguida de la tierra, debido a la construcción de las armas nucleares de fusión básica [reacción nuclear o el principio de la bomba de hidrógeno] y los medios de lanzarlas. Tales eventos de alteración mundial - que fueron testigos, paralelamente, de una expansión de la Obra de Dios del tiempo del fin - son, a pesar de todo, prueba adicional de que el Sr. Armstrong fue, en verdad, lo que clamaba ser - el apóstol de Dios del tiempo del fin.
El Rango de la Verdad Restaurada
La gracia de revelación, dada al apóstol Pablo, fue bastante específica. Fue "que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio" (Efesios 3:6). Cuando observamos la gracia específica de revelación y la amplitud del material dado al Sr. Herbert Armstrong, algunos argumentarían que fue aún más grande que la dada al apóstol Pablo. Esto no debería ser inesperado si él fue, en realidad, "enviado" como apóstol de Dios del tiempo del fin, para cumplir la profecía de restaurar todas las cosas" justo antes del regreso de Cristo!
Por más de mil años - a lo largo de la Edad Media - la mayor parte de las enseñanzas fue perdida por el pueblo de Dios. Entonces, Dios escogió revelarlas una vez más, específicamente a este hombre. Asimismo, el "santo grial" [lo más precioso] de toda filosofía - el mismo significado de la vida - fue revelado. Con esta pasmosa e inspiradora Verdad vino el mismo Plan de Dios para la humanidad. Dios reveló al Sr. Armstrong aún cada escenario individual que Él usará para proveer a la humanidad de ese "significado en la vida" que todos nosotros anhelamos. Para un ser humano, no puede existir más grande revelación!
Aunque siempre presente dentro de los Días Santos, el verdadero significado de estos días no fue entendido, desde el tiempo de los primeros apóstoles hasta la revelación de Dios, por vía del Sr. Armstrong. ¿Apreciamos plenamanente cuán grande es tal revelación, dentro de la Iglesia de Dios? ¿No podemos ver que tal divino entendimiento no vino de la mente del hombre? Ésta tenía que ser dada por Dios. Necesitamos apreciar el tiempo oportuno de este regalo, y la importancia que Dios conecta a aquel que Él "envía con tal mensaje". No puede existir más grande restauración, que surja como consecuencia de tal material de revelación. El hombre que entregó este nivel de revelación tiene que ser su verdadero apóstol del tiempo del fin.
Sólo observe el rango y profundidad de la Verdad fundacional revelada:
- El Verdadero Evangelio del pronto venidero Reino de Dios;
- El propósito de Dios - y cómo Él se está reproduciendo Así Mismo a través de la humanidad;
- El restablecimiento del Gobierno de Dios dentro de la Iglesia;
- ¿Quién y Qué es Dios? - ese Dios es una familia de personas entre las cuales nosotros los humanos podemos ser nacidos;
- Cómo Dios no es una trinidad, y el Espíritu de Dios no es una persona;
- ¿Por qué y Qué es el hombre? - que él es carne; deliberadamente hecho incompleto, con un espíritu humano que está diseñado para ser unido al Espíritu Santo de Dios - uniéndolo con Dios;
- La naturaleza de este "espíritu en el hombre" - que imparte intelecto humano al cerebro físico;
- Que el hombre no es un alma inmortal;
- Que aquellos llamados por Dios y a quienes fue dado su Espíritu son solamente engendrados ahora - similar a un embrión humano - esperando por ser nacidos más tarde en la primera resurrección;
- Que Dios no está llamando a la inmensa mayoría del mundo - únicamente a los primeros frutos que (son) están siendo entrenados para (llegar a) ser los maestros del futuro;
- El propósito del Milenio, en el cual, eventualmente, la salvación es abierta completamente al mundo entero por primera vez;
- La increíble verdad del Último y Gran Día de la Fiesta - cuando a todos los que alguna vez han vivido les será dada su oportunidad para la salvación, a través de una resurrección física;
- La identidad de Israel - como naciones físicas dentro de nuestro mundo moderno;
- La identidad específica de Efraín y Manasés - que abre nuestro entendimiento al vasto despliegue de la profecía bíblica del tiempo del fin;
- El segundo diezmo y su vínculo con los festivales de Dios;
- La administración del tercer diezmo;
- La identidad de Babilonia la Grande y sus hijas rameras - identificadas dentro de las iglesias Católica y Protestantes de este mundo;
- Cómo Satanás retiene la parte culpable hoy - engañando aún las así llamadas iglesias "cristianas" que Dios deja enceguecidas - así que, la Iglesia de Dios no debería ponerse a juzgarlas;
- La importancia de que la Iglesia de Dios esté separada - "los llamados a salir" de este mundo Babilónico de confusión;
Cada una de las Verdades fundamentales arriba citadas, fueron restauradas a la Iglesia en este tiempo del fin, a través del Sr. Herbert Armstrong. Aunque nosotros podemos hoy claramente ver este conocimiento dentro de las escrituras, no fue humanamente percibido, antes de que fuera restaurado. Solamente en el tiempo apropiado - el tiempo del fin - Dios escogió revelarlo. Así lo hizo Él, usando el mismo espíritu que inspiró las escrituras originales - enviando esa revelación a través de un individuo singular. Esta es la razón por la cual el Sr. Armstrong pudo sólidamente decir: "No me crean a mí; - créanle a la Biblia" porque ambas declaraciones están basadas en las Palabras que vinieron de la misma Fuente.
Por favor, repase otra vez la lista de arriba! Aprecie la gracia dada a este hombre. Este grado asombroso de revelación y restauración de la Verdad - sin precedentes en la historia - identifica clara y precisamente quién fue realmente el apóstol de Dios del tiempo del fin.
La Ley de Moisés Recordada
Justo antes de la profecía en el libro de Malaquías, que habla de que Dios envía al profeta Elías antes del regreso de Cristo, hay un versículo que dice: "Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel" (Malaquías 4:4). La ubicación de este versículo - justo antes de la profecía del Elías que viene - indica una clara conexión entre las dos.
Una crítica que muchos por fuera de la Iglesia de Dios hicieron contra el Sr. Armstrong fue su insistencia en que, tanto los Sábados y los Días de Fiesta de Dios, deberían todavía ser guardados hoy. A comienzos de 1927, el Sr. y la Sra. Armstrong comenzaron a guardar los Días Santos mencionados en el capítulo 23 de Levítico - recordados por Moisés. Por muchos años, ellos guardaron fielmente esos días, aunque no entendían por qué Dios había instruido a la humanidad a guardarlos. Todo lo que ellos sabían era que su observancia era requerida. Eventualmente, el significado, dentro de la observancia de los días, llegó a ser claro. Estos días contenían el mismo Plan de Dios - un asombroso plan que revelaba el propio significado de la vida humana en sí misma.
Si el Sr. Armstrong no hubiera "recordado la ley de Moisés," como este pasaje en Malaquías instruye, habría sido imposible que el Plan contenido dentro de estos días, fuera revelado a él. Esto se debe al hecho de que Dios demanda obediencia a sus verdaderos siervos (Juan 7:17; Hechos 5:32; Hebreos 5:9; I Pedro 4:17). Una vez más, podemos ver un claro cumplimiento de las escrituras que predicen sobre este apóstol del tiempo del fin - escrituras cumplidas por el Sr. Herbert W. Armstrong, como uno enviado en el espíritu y poder de Elías.
Relaciones de Familia Restauradas
Justo después de la profecía citada arriba, Dios dice: "El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición" (Malaquías 4:6).
Dos cumplimientos separados han de ser encontrados dentro de estos pasajes:
Cuando el ángel habló con el padre de Juan el Bautista, repitió la última parte de este versículo: Habló de volver, "los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17). Al expresar los pasajes de esta manera, el ángel también incorporó, dentro del solo pasaje, ambas frases: "Acordaos de la Ley de Moisés" (Malaquías 4:4) y "preparar el camino delante de mí"(Malaquías 3:1).
La primera parte de la profecía: "El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos" trata específicamente de las relaciones de familia. Este tema fue profetizado que llegaría a ser un problema particular en el tiempo del fin, en razón de pasajes semejantes, como: "debes saber esto, que en los postreros días… habrá hombres amadores de sí mismos… desobedientes a los padres… sin afecto natural…" (II Timoteo 3:1-3).
Dentro de sus muchos libros, folletos y artículos sobre el matrimonio y la familia, el Sr. Armstrong invariablemente aborda el tema desde la más alta perspectiva del plano de Dios. Ningún otro en el mundo podría hacerlo así - porque ningún otro había recibido tan pasmosa revelación, tal como, por qué el matrimonio y la familia eran tan importantes para Dios! Era esta revelación, dada específicamente a él, lo que hizo únicos su consejería y análisis.
Recuerdo que fui enseñado por el Sr. Armstrong numerosas veces aquí, en el campus universitario de Bricket Wood, en el Reino Unido. Cuando quiera que él estuviera aquí, incluiría en su agenda varias clases, foros y reuniones con los estudiantes. Las dos clases en las que él se concentraba, por encima de todas las otras, fueron: Principios de Vida (la cual usaba La Dimensión Desconocida del Sexo, como libro de texto), y Relaciones de Familia (en la cual, las relaciones sagradas entre esposo y esposa, y entre padres e hijos, eran enseñadas a los estudiantes de grado superior). También él implementó el Programa Educacional de Verano (PEV); los Servicios Educativos Juveniles (SEJ); las Oportunidades Unidas Juveniles (OUJ); la publicación de la Revista Juventud, y la Escuela Imperial.
Las siguientes dos citas de sus cartas, son típicas:
"Dios intentó [acerca del sistema reproductivo] que tuviera una función espiritual, así como una función física - para hacer quererse esposos y esposas con verdadero AMOR espiritual (algo mucho más grande que voluptuosidad - y para ATAR esposo y esposa como UNO, espiritualmente, así como físicamente, para proteger y preservar el matrimonio en santidad, felicidad y gozo." (Carta a Suscriptores de la Pura Verdad, 3 de noviembre, 1980)
"No solamente son estos campamentos de verano de tan suprema importancia, sino también nuestro programa de trabajar con ustedes, padres, para que ustedes puedan llegar a estar más cerca de sus hijos. Como apóstol de Dios, hermanos, les hago un llamado, a tener MÁS ESTRECHA RELACION con sus hijos. Los últimos dos versículos del Antiguo Testamento son una profecía que muestra ¡cuán importante es esto para USTEDES, HOY!" (Carta a los colaboradores, de enero 15,1984)
La profecía en Malaquías está claramente cumplida por esta única perspectiva en el plano de Dios - revelada sólo al Sr. Armstrong - y por el énfasis consecuencial que él puso sobre las relaciones de familia, en relación con ello. Aquí también encontramos prueba de su posición como apóstol del tiempo del fin - uno que viene en el espíritu y poder de Elías - exactamente como fue profetizado
Una Voz que Clamó
De este apóstol del tiempo del fin, Dios dice: "Voz que clama en el desierto: Preparad camino al Eterno… Levanta fuertemente tu voz… Levántala, no temas… He aquí que el Eterno el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro" (Isaías 40:3, 9-10, citadas en: Mateo 3:3; Marcos 1:3; Lucas 3:4; Juan 1:23).
Cuando a los profetas antiguos les fueron dados una comisión de ir a ciertos países, no fueron a la población en general. Ellos fueron a los líderes de cada población y pasaron cualquier mensaje que Dios tenía para la población, a aquellos líderes. De manera similar, el Sr. Armstrong condujo un programa, en los años 70s, de llevar un mensaje a los líderes de las naciones. Aunque no estructurado en lenguaje religioso, el mensaje, sin embargo, llevaba implícito en su esencia el pronto venidero Gobierno Mundial de Dios - y fue llevado a los líderes de muchísimas naciones alrededor de la tierra. Se ha estimado que el Sr. Armstrong se reunió aproximadamente con un tercio de los líderes del mundo en sus días - el más grande porcentaje que probablemente ningún otro hombre de Dios ha logrado en toda la historia de 6,000 años de la humanidad.
Adicionalmente al programa de entrevistas con líderes individuales, la Obra encabezada por el Sr. Armstrong involucró también, tanto su voz, así como las palabras impresas, a innumerables millones de personas comunes por toda la faz del globo - la mayor parte de esta obra todavía está disponible hoy, por vía de internet y CD ROM [discos compactos]. Esto es particularmente cierto dentro de Los Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda, y otras áreas donde las tribus de Efraín y Manasés viven. Recuerde: Estas son las dos tribus específicas que Jacob profetizó que llevarían el nombre "Israel" a través de los siglos, hasta el tiempo del fin (Génesis 48:16) y a quienes, tantas de las profecías del tiempo del fin, son dirigidas.
Dentro de este esfuerzo, más de veinte millones de copias de su libro La Llave Maestra de la Profecía, [Estados Unidos y Gran Bretaña en Profecía, título en inglés], fueron distribuidas. En 1985 solamente, setenta y cuatro millones de revistas La Pura Verdad fueron enviadas por correo a los suscriptores o distribuidas a través de nuevos mostradores - representando alrededor de ocho millones de revistas cada mes. Como dijo Ruth Tucker, una "observadora de cultos" : "Herbert W. Armstrong fue una bien conocida figura en los círculos religiosos, por más de la mitad de un siglo. Difícil fue encontrar a alguien que no hubiera visto una edición de la revista La Pura Verdad u oído la radio, El Mundo de Mañana, y el programa de televisión" (Christianity Today, Julio 15, 1996).
Esta fue en realidad una increíble Obra de Dios en el tiempo del fin - sin precedentes en toda la historia. El Sr. Armstrong mismo constantemente enfatizó en que esta no era su obra - la obra de un simple hombre - sino la Obra del Dios Viviente. La calidad, escala y alcance soportan plenamente esta afirmación. Realmente estamos observando el cumplimiento de la profecía - la profecía de Dios! Usando los únicos poderes de la radio y la televisión, el Sr. Armstrong habló probablemente, de manera personal, a más gente que todos los siervos de Dios a través de los siglos, puestos todos juntos. Aquella misma voz que ha clamado en la forma en que lo hizo, demuestra que era, de hecho, la Obra del apóstol del tiempo del fin de Dios - una Obra profetizada a ocurrir justo antes del ahora inminente retorno de Cristo.
Una Apostasía Sin Precedentes
Hemos visto en el capítulo anterior que, enseguida de la restauración profetizada de la Verdad, una apostasía sin precedentes es también predicha en II Tesalonicenses 2:3, como una de las dos señales claves del tiempo del fin. La escala de esta apostasía parece también implicar que el apóstol del tiempo del fin puede estar muerto, cuando ocurra. Este preciso escenario tuvo lugar - exactamente como se predijo.
Dentro de muy breve tiempo, después de la muerte del Sr. Armstrong en 1986, su sucesor empezó a implementar una progresiva serie de cambios, destinados a transformar totalmente la Iglesia que le fue confiada. Hubo eventualmente un completo abandono de los fundamentos de la Verdad que le fueron entregados. Este acto de abandono ha hecho de la corporación que una vez fue Iglesia de Dios, sólo una iglesia más de este mundo - un mundo que las escrituras nos indican, está conducido por Satanás (II Corintios 4:4), quien "engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9).
Los cambios fueron tan sorprendentes que aún aquellos fuera de la Iglesia de Dios Universal, fueron perplejos en una escala personal:
D. James Kennedy, ministro antiguo de la Iglesia Presbiteriana Coral Ridge, en Florida, dijo: "Este es el más asombroso cambio que yo haya visto u oído de algún grupo religioso" (Christianity Today, Julio 15, 1996).
William M. Alnor, escribió sobre "Cambios sin precedentes," y dijo: "Dramáticos cambios han vuelto a la Iglesia de Dios Universal (IDU); completo giro desde la muerte del fundador Herbert W. Armstrong, en enero de 1986. Los cambios son tan grandes y extraordinarios que algunos viejos observadores de cultos [sectas] creen que la IDU puede estarse moviendo hacia la ortodoxia Cristiana" (News Watch - una columna del Periodismo Investigativo Cristiano - Primavera de 1991, pág.5).
Ruth Tucker, profesora visitante de la Escuela de la Divinidad Evangélica de la Trinidad, escribió lo siguiente en un artículo titulado "Del Extremo al Colapso": "Los 'Cambios' - acorde con lo referido por la membrecía de la IDU - son verdaderamente históricos. Nunca antes en la historia de la Cristiandad ha habido tan completa movida a la Cristiandad ortodoxa, por parte de una iglesia, en extremo, no ortodoxa" (Christianity Today, Julio 15, 1996).
La escala no fue simplemente la salida de unas pocas personas de la Verdad entregada a ellas. Esto involucró el liderazgo humano y la completa organización de la que fuera una vez Iglesia de Dios. Esta apostasía corrompió la mayor parte de los que alguna vez formaron aquel santo establecimiento. Este gran segmento abandonó la Verdad y, en lugar de ello, regresó a las varias ideas religiosas de este mundo, de las cuales ellos - o sus parientes - habían sido originalmente limpiados. Esto claramente cumple la profecía que está en II Tesalonicenses 2:3: porque ellos no simplemente llegaron a estar ligeramente desviados de la Senda, en relación con una doctrina o dos - ellos apostataron, dando media vuelta hacia el mundo y, una vez más, re-abrazaron sus caminos.
Como dijo el apóstol Pedro, tales personas se volvieron "atrás del santo mandamiento que les fue dado" (II Pedro 2:21). Ese mandamiento vino originalmente por vía de los apóstoles (II Pedro 3:2). Pedro, gráficamente, hace una descripción del proceso, como un perro que "vuelve a su vómito, y la puerca lavada [que vuelve] a revolcarse en el cieno" (II Pedro 2:22). En realidad, falsos maestros - bajo influencia de Satanás - se infiltraron en la Verdadera Iglesia e introdujeron "herejías destructoras" (II Pedro 2:1-2).
La manera, la escala y la velocidad en que esto tuvo lugar, son todas pruebas adicionales de la verdadera identidad del apóstol del tiempo del fin que las antecedió. Solamente por primera vez, teniendo restaurada la Verdad, a través del Sr. Armstrong, fue posible que la profecía de esa Verdad sin precedentes profetizada, ocurriera.
La Actitud de Laodicea Está Aquí Hoy
Este folleto no ha sido escrito para las personas que se han vuelto de la Verdad de Dios en total apostasía. Como dijo el apóstol Juan de tales personas en sus días: "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían [sin duda] permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros" (I Juan 2:19). No, este folleto ha sido escrito para el pueblo de Dios - aquellos cuyo lugar está debajo del Gobierno de Dios; personas que tienen el Espíritu de Dios disponible a ellas, y son, por lo tanto, capaces de sujetarse a Dios y a su Ley (Romanos 8:7, 9, 14).
El problema es que el entendimiento de lo que involucra hoy el Gobierno de Dios, difiere en relación con la organización eclesiástica a la que asistimos. Cada grupo de la Iglesia de Dios tiene su propia "marca" de creencias: Un estilo buffet de disparates y opiniones. Esto ha resultado en caos y des-unidad; pero "Dios no es [el autor] de confusión, sino de paz" (I Corintios 14:33).
Así que, ¿cómo ha surgido esta situación? La verdad del asunto es que fue profetizado: Y la actitud detrás del problema reposa dentro del mismo significado de la palabra "Laodicea."
Una era de la iglesia es el producto de la sociedad en la cual vive. En la sociedad de hoy existe un reconocido y definido espíritu que va más allá de simple democracia. Es el espíritu del "pos-modernismo": Donde absolutamente nada es completamente correcto - excepto la expresión insistente de que "mi punto de vista es siempre tan bueno como el suyo". Este espíritu directamente se corresponde con el mismo significado de la palabra Laodicea. La palabra significa "el pueblo juzga o decide," y podemos observar este espíritu específico tanto dentro de la Iglesia, como en la sociedad alrededor de ella; lo que refuerza exactamente la idea de dónde nos encontramos actualmente en profecía.
Como vimos en el capítulo anterior, es al conectar el pasaje "retén lo que tienes" (Apocalipsis 3:11), con la actitud de tibieza profetizada, que piensa que es "rica y enriquecida" [incrementada] y que de "ninguna cosa tiene necesidad," que empezamos a ver verdaderamente el cuadro claro: La actitud de tibieza de Laodicea es, al menos en parte, una aproximación tibia a la Verdad que ha sido revelada. Esta Verdad tiene que ser la misma verdad revelada que Filadelfia está urgida a retener (Apocalipsis 3:11), pues Dios es consistente, y estos dos grupos son concurrentes en el tiempo del fin.
De nuevo, esto es lo que encontramos: Los líderes y la gente dentro de alguna organización de la Iglesia no están en contra de todo lo que fue revelado por Dios a través del Sr. Armstrong; simplemente tienen sus propias ideas acerca de ciertos aspectos que ellos decidieron que deberían ser diferentes. Sin embargo, cada grupo - y aún, cada persona - está en desacuerdo con lo subsecuente, en cuanto a cuyos aspectos ellos creen que deberían ser cambiados. No son fríos a la revelación, pero tampoco son calientes. Y todos ellos creen que están en lo correcto. Miran a lo que ellos se creen ser en realidad: Espiritualmente "ricos e incrementados en bienes"! No ven que están "fuera de la Senda". Cristo, por lo tanto, se encuentra Así Mismo tocando a la puerta (Apocalipsis 3:20).
Cristo dice: "si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (cf Apocalipsis 3:20). Él ya nos ha dado - por revelación - la comida que necesitamos en este tiempo del fin. Como veremos en el próximo capítulo, esta es la misma comida espiritual que toda la familia de Dios debe comer por la eternidad!
Esta actitud prevaleciente de Laodicea hoy, es solamente evidencia más clara de que el Sr. Armstrong fue en realidad quien dijo que era - apóstol de Dios del tiempo del fin Él fue el que entregó la Verdad revelada de Dios a nosotros en este tiempo - incluyendo aquellos destinados a convertirse en la era conocida como Laodicea.
¡De "Regreso a la Senda"!
Dios, quien no cambia (Malaquías 3:6), dice - "porque no hará nada el Eterno, el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Amos 3:7). Si esto fue cierto, respecto de advertir al pueblo, durante el tiempo de la antigua Israel, cuánto más entonces dentro de la Verdadera Iglesia de Dios en el tiempo del fin. Dios dijo, con respecto a su pueblo Israel, que Él "envió… todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar" (Jeremías 25:4). ¿Cuánto más Cristo, asimismo, claramente advertirá e instruirá a Su futura esposa, previo al período más cataclísmico que ha habido jamás o habrá de nuevo? (Mateo 24:21). Dios - siendo Dios - se asegurará de que nadie pueda ir en derredor y diga que no había sido advertido; mas, ¿de dónde viene esa advertencia? Tiene que ser también, de su apóstol del tiempo del fin.
A comienzos de agosto de 1977, atravesamos una muy extraordinaria serie de eventos. El Sr. Armstrong habla en su autobiografía de la catálisis que dio inicio a estos eventos:
"Si no hubieran estado presentes avezadas enfermeras para administrar resucitación instantánea boca a boca y masaje cardíaco, yo le digo, tanto como tan personalmente estuve involucrado, que yo no estaría aquí hoy.
Poco después de que me contaran qué había pasado, pensé que si mi obra en las manos de Dios hubiera acabado, y Dios no tuviera que hacer más uso de mí en su Obra, yo, más lógicamente, hubiera permanecido muerto. Porque si ellas no hubieran intervenido, yo habría sido enterrado en dos o tres días.
No obstante, me doy cuenta de que Dios tenía que mostrarme algo por medio de dos milagros. No. 1: Él restauró mi vida cuando ya había pasado la edad de ochenta y cinco años. Y esto fue en un tiempo muy corto; en realidad, alrededor de veinte días después de mi cumpleaños ochenta y cinco. Y, segundo, ni mis enfermeras ni yo habíamos oído nunca de alguien que, a mi edad, fuera restaurado por medio de ese proceso, después de casi completa pérdida de la mente: Mi cerebro virtualmente convertido en un vegetal. Y fui restaurado con mi mente, exactamente tan intacta como jamás lo fue …" (Autobiografía, Volumen 2, pág. 592)
Esta "muerte cercana" del Sr. Armstrong dio como resultado una secuencia de eventos dentro de la Obra, que, en retrospectiva, fue verdaderamente destacable. Estos eventos muestran claramente que fue Cristo - no el Sr. Armstrong - quien fue El que estuvo realmente en el control. El resultado de esta "muerte cercana" iba a envalentonar a aquellos que querían su propia manera de obrar dentro de la Obra de Dios. Esto es, asimismo, lo que vemos hoy. Ellos pensaron que el Sr. Armstrong estaba cerca de la muerte y, en consecuencia, asumieron que ellos estarían en el control. Más, sus estimativos estaban totalmente equivocados. Cristo permaneció a cargo, a través de todo el proceso! En realidad, Él usó la situación para revelar al Sr. Armstrong exactamente cuán lejos había llegado la Obra "fuera del Sendero" y, más importante, quién era responsable. ¡Cristo, efectivamente, le dio a él una vista de la actitud Laodicea que, eventualmente surgiría después de su muerte!
Habiendo visto lo que la Iglesia llegaría a ser, el Sr. Armstrong estuvo determinado -pues él lo dispuso- a poner la Obra de Dios "De nuevo en el Sendero" una vez más. Primero removió los elementos liberales, incluyendo a su propio hijo, y luego trató, asimismo, con específicos individuos "de ala derechista" que también estaban "fuera del Sendero". Lo que atestiguamos fue un proceso que llevó varios años, y nos fueron mostradas áreas que debían ser en-ruteadas, y los ambientes en que deberían ser hechas. Nos fue dado una imagen de cómo una organización de Dios ha de ser restaurada, una vez que se ha desviado. Nos fue dado efectivamente una demostración de exactamente qué íbamos a tener que hacer a continuación de una apostasía de la Verdad: Cómo llevar una organización, que gira hacia una actitud Laodicea, de regreso a Dios.
Este evento es también evidencia adicional de quién fue exactamente el Sr. Armstrong: Que él fue, de hecho, el apóstol del tiempo del fin que fue profetizado . No solamente fue él enviado por Dios a Su pueblo, sino también Dios lo "trajo de la muerte" para mostrar a su pueblo cómo "mantenerse firme" dentro de este singular y potencialmente devastador período de la historia - que ahora estamos atravesando sin él.
En Resumen
- El sello de cualquier apostolado es que conocemos la Verdad.
- El Sr. Armstrong sabía y nos habló de sus papeles profetizados.
- El Sr. Armstrong apareció en el tiempo perfecto.
- La escala y magnitud de la Verdad demuestran que Dios realmente la reveló.
- Como fue profetizado, la Ley de Moisés fue recordada.
- Como fue profetizado, las relaciones de familia fueron restauradas.
- Una voz clamó por primera vez en 1,900 años.
- La apostasía indica que la Verdad del tiempo del fin fue previamente restaurada.
- Una actitud Laodicea está aquí hoy, justo antes de la Tribulación.
- En los años 1,980s, nos fue demostrado cómo "Regresar a la Senda."
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 10
Nuestra Herencia Espiritual
Como vimos en el capítulo siete, Dios necesitaba que la Iglesia primitiva sostuviera fielmente la herencia espiritual que recibió de Pedro, después de su muerte. Porque, respecto de esto, Pedro escribió su segunda epístola, como medio de estimularlos a hacer eso, y, dentro de ésta, advirtió de peligros que ellos enfrentarían de falsos maestros, que intentarían inducirlos por diferentes direcciones. El paralelo con la instrucción que Dios dio a la era de Filadelfia, de "retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (Apocalipsis 3:11) es instantáneamente reconocible.
Es claro también, de II Pedro, que la herencia espiritual que queda después de que un apóstol ha muerto, debe continuar existiendo sobre la gente iluminada por Dios a través de él. Más, el interrogante todavía permanece: ¿Qué involucra exactamente tal "herencia espiritual"? Y, más importante, ¿qué es la herencia espiritual especifica que nos quedó - después de la muerte del Sr. Armstrong - en el tiempo del fin, hoy?
Llamados Ahora Para Ser Maestros
Al observar nuestra salvación y nuestra parte dentro del Reino de Dios, a través del prisma de los Días Santos, una razón clara para nuestro llamamiento, emerge por encima de todo: El pueblo de Dios [las personas que lo componen] han de ser los primeros frutos - parte de la primera resurrección - y están destinados para llegar a ser "sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años." (Apocalipsis 20:6). Este propósito - llegar a ser sacerdotes y reinar por todo el milenio - es la razón por la cual somos llamados ahora.
El papel principal del sacerdote -que incluye el papel para el que estamos destinados a llevar a cabo, como "real sacerdocio" (I Pedro 2:9) es: "Los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley" (Malaquías 2:7). Por lo tanto, la razón por la cual Dios nos ha llamado durante esta era, es para asegurar que un grupo de reyes y sacerdotes nacidos de espíritu estarán disponibles para enseñar dentro del mismo Reino de Dios (ver también: Deuteronomio 24:8; II Crónicas 15:3; Miqueas 3:11).
Dentro de El Misterio de los Siglos, el Sr. Armstrong atrajo muy claramente nuestra atención a esta razón para nuestro llamamiento. El dijo:
"Reiteremos una vez más que el propósito de la Iglesia no es simplemente traer salvación a los llamados a ella … La Iglesia podría llamarse la universidad pedagógica [universidad de maestros de Dios] donde se preparan gobernantes y maestros para el reino de Dios … para llamar a los predestinados a salir del mundo y prepararse para ocupar puestos de liderazgo en el mundo de mañana, donde enseñarán y capacitarán a otros." (Misterio de los Siglos, Capítulo 6, pág. 189)
¿Qué Enseñaremos?
Nuestra herencia espiritual está intrínsecamente conectada a este propósito de nuestro llamamiento: Enseñar. Isaías declara que aquellos que humanamente vivan en el milenio, "oirán a sus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda" (Isaías 30:21). Por favor, tome nota de que nosotros - como maestros - vamos a tener que señalar "el camino" en todas las circunstancias, pues dice: "no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda". Esto sólo puede ser hecho si "El Camino" del que se habla aquí, primeramente involucra un principio que puede ser aplicado a cada una y a toda circunstancia.
También, "Este Camino" hacia el que debemos llamar la atención de la gente, como maestros bajo Jesucristo, no puede ser algo nuevo, pues se nos dijo: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Así que, "El camino" hacia el cual vamos a atraer la atención de la gente en el milenio, es claramente el mismo "Camino" que debemos caminar hoy. También es el mismo "Camino" enseñado por Cristo y los apóstoles primitivos. También es el mismo "Camino" que, en efecto, procedió de Dios, por vía del apóstol, quien originalmente nos habló la Palabra de Dios -en nuestro caso- el Sr. Armstrong. Tiene que ser el propio "Camino" de Dios Mismo. Este "Camino" reposa en el mismo corazón de todo. Este "Camino" es nuestra herencia espiritual.
Los Dos Árboles
El Sr. Armstrong hablaba continuamente acerca de "Este Camino", pero él procedería así, usando un ejemplo particular de las escrituras: El ejemplo era el tema de los dos árboles. En un sermón que él dio en la fiesta de Expiación de 1981, explica por qué continuamente volvía a este relato. Él dijo:
"¿Lo han entendido Uds. realmente? ¿Lo han captado Uds.? ¿Tiene esto algún significado para Uds.? O, Uds. estarán pensando: ´Ah, ojalá que el Sr. Armstrong dejara ya de volver a martillar, yendo una y otra vez a Génesis. Ahí está él de regreso a esos dos árboles de nuevo. ¡Ciertamente! ¡Regresaré a ello de nuevo, de nuevo y de nuevo! ¡Yo quiero hacer que Uds. entren en el Reino de Dios conmigo! En primer lugar, yo no los llamé a Uds; sin embargo, de alguna manera, soy responsable de proveerle alimento ahora que Uds. están aquí. ¿Sabían eso? Dios me juzgará responsable. Yo quiero que todos Uds. sigan avanzando conmigo, y eso no va a ser fácil." ("Lo que Significa" Expiación, 1981)
Observe en lo citado arriba, que el Sr. Armstrong explica por qué continuamente volvía a los dos árboles: ¡Esto era con el fin de que nosotros podamos estar en el Reino de Dios! Este tema de los dos árboles: El "Camino del Dar" y el "camino del obtener," es absolutamente vital. Si no lo entendemos plenamente, hasta el punto en que podamos enseñarlo y aplicarlo, no existirá propósito para nosotros, ¡aún estando en el Reino de Dios! Los maestros dentro del Reino de Dios deben siempre estar en capacidad de indicar la diferencia entre estos dos árboles.
Pablo nos dice: "¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo?" (I Corintios 6:2). Observe lo que respecto de esto dice en Malaquías: entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve" (Malaquías 3:18). Dos distintos "caminos" nos son mostrados aquí - precisamente igual a lo enseñado por los dos árboles. La indicación es que, únicamente aquellos que realmente "lo captan" - y "captan" el Camino que Dios especifica - ¡van a estar allí como seres espirituales, para, asimismo aplicarlo y enseñarlo!
Daniel reconoció estos dos "Caminos" distintos, cuando dijo: "Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro" (Daniel 9:7). Cristo habló también acerca de ellos cuando dijo a los discípulos: "ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:13-14).
La misma herencia espiritual que Pedro dejó después de su muerte, involucraba los dos árboles. Él contrasta: "El camino recto" con "el camino de Balaam" (II Pedro 2:15); "el camino de la verdad con el de "sus disoluciones [caminos perniciosos] de falsos maestros (II Pedro 2:2); y cómo aquellos que engañan, han dejado "el camino de la justicia" cuando ellos deciden "volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado" (II Pedro 2:21).
¡La lección de los Dos Árboles es crucial! El Mundo de Mañana no va a ser de la manera como hoy, debido a ilusiones de eruditos, o a técnicas administrativas, es. No va a ser debido a una lista de aprobaciones o desaprobaciones que los hombres puedan recolectar de las escrituras, o, de igual manera, que los hombres puedan recolectar de las enseñanzas de un apóstol. El Mundo de Mañana será llevado a cabo por medio de cambios radicales de pensamiento; de un estilo de vida, a un CAMINO de Vida totalmente diferente.
Este "Camino de Vida" también es nuestra herencia espiritual. En su raíz es: "La naturaleza divina" (II Pedro 1:4). Esa es la razón por la que, en el libro de los Hechos, encontramos continuamente mencionada la Iglesia Verdadera, en el papel fundamental de seguidores de "Ese Camino" o "El Camino" (Hechos 9:2; 18:26; 19:9; 19:23; 22:4; 24:14; 24:22).
Este fue El Camino que los apóstoles enseñaron cuando la iglesia primitiva "perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros" (Hechos 2:42). Fue también "El Camino" enseñado a nosotros por el apóstol del tiempo del fin - Sr. Herbert W. Armstrong bajo la inspiración del propio Espíritu de Dios, igualmente.
El Gobierno de Dios
Aunque, al describir nuestra herencia espiritual como "El Camino", pueda parecer algo trillado en la superficie, lo que en realidad estamos describiendo es el mismo gobierno de Dios. El Sr. Armstrong escribe:
"EL PROPÓSITO DE DIOS, al haber creado y puesto a los humanos sobre la tierra, fue desarrollar el propio santo y justo carácter DE DIOS en ellos. Dios necesita un pueblo que se disponga a RECHAZAR y a vencer el CAMINO DE VIDA de Satanás, y dé un viraje hacia EL GOBIERNO DE DIOS; el cual, es EL CAMINO de vida DE DIOS." (El Increíble Potencial Humano, Capítulo 11, pág. 184)
No solamente Jesucristo es "El Camino, la verdad, y la vida" (Juan 14:6), sino que Él es también "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos [por siempre]" (Hebreos 13:8). Este Gobierno de Dios; este Camino de Dios; fluye hacia abajo, desde Dios a Su pueblo, y está destinado a hacerlo así por la eternidad. El Gobierno de Dios, por lo tanto, nunca puede ser simplemente, de un líder humano, hacia abajo. ¡Debe ser siempre transparentemente evidente que aquellos que están sobre nosotros en la Iglesia, deben así mismos mantenerse humildemente sujetos a lo que Cristo puso sobre ellos!
Cuando el Sr. Armstrong estaba vivo, ese vínculo [la humilde sujeción al gobierno de Dios] estuvo acompañando al apóstol de Dios. Hoy, aunque el único apóstol está muerto, debemos todavía ponernos debajo de idéntica estructura administrativa - si es que vamos a permanecer bajo el idéntico Gobierno de Dios. Ningún líder sobre nosotros tiene derecho de cambiar esa herencia espiritual sobre él. "El Camino" nunca cambia. ¡Cuán irónico, por consiguiente, que, en el tiempo del fin, Cristo es descrito como estando a la puerta, afuera de la Iglesia Laodicea, llamando! (Apocalipsis 3:20).
La Administración del Espíritu
Cuántas veces oímos al Sr. Armstrong decirnos que, "¡el problema en este mundo es espiritual! Después de todo, ´No tenemos lucha contra sangre y carne, sino… ´contra espíritus de maldad…´ (Efe. 6:12). Esto es, después de todo, ´el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia´" (Efesios 2:2). Por lo tanto, también es claro que la solución - "El Camino" y Gobierno futuros de Dios - debe ser también espiritual.
El apóstol Pablo habla de esta dimensión espiritual dentro de la administración del Gobierno de Dios, cuando dice, que Dios "…nos hizo ministros competentes [o administradores] de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu" (II Corintios 3:6). Por favor, observe que la administración, para ser usada, no debe ser de acuerdo con la letra, sino de acuerdo con el Espíritu. Aquí se está hablando de El Camino en el cual la Ley de Dios debe ser administrada.
Este aspecto - que la Ley de Dios ha de ser administrada dentro de la Iglesia de Dios de acuerdo con el espíritu y no con la letra - ha sido, y es hoy, uno de los mayores obstáculos para muchos. Muchos, simplemente nunca "lo captan". Algunos permiten el liberalismo y conductas licenciosas, que relegan la Ley de Dios a una simple y nebulosa idea: "Algo puesto en nuestros corazones". Otros ignoran completamente lo que Dios dice aquí, y llegan a ser poco más que modernos Fariseos de hoy - construyendo "listas de control" de ideas que ellos creen, de alguna manera, que los "harán más justos".
Estos enfoques son, asimismo, carnales y completamente falsos, a ojos de Dios. Ni uno ni otro de estos enfoques fueron recibidos del apóstol de Dios del tiempo del fin. La herencia espiritual que recibimos fue precisamente esa - espiritual! Y esa no significa algo nebuloso, ¡sino realmente el opuesto exacto!
Recuerdo una instancia particular cuando, desde el púlpito, en Bricket Wood, el Sr. Armstrong dijo potentemente que nosotros "simplemente no lo captamos!" Dos amigos míos estaban sentados casi al frente, y fueron profundamente perturbados en darse cuenta de que, eran ellos en quienes el Sr. Armstrong tenía continuamente puesta su mirada, y a quienes igualmente señalaba, mientras estaba explicando esto. Él estuvo dirigiendo sus comentarios directamente a las primeras tres filas, donde los líderes clave dentro de la Obra se sentaron entonces: Evangelistas, profesores del colegio, cabezas y ministros de departamento. Eran los líderes - más que el resto de nosotros - a quienes el Sr. Armstrong reconoció que "no lo captaban". Esto llegó a ser dolorosamente obvio inmediatamente después de su muerte. ¡Desafortunadamente, todavía es dolorosamente obvio hoy!
Uno de aquellos amigos entonces, tuvo la oportunidad de entrevistarse con el Sr. Armstrong, un día después o poco después. El Sr. Armstrong vino a donde él trabajaba para aprobar algunas fotografías para una de las publicaciones. Él, por consiguiente, aprovechó esta oportunidad para preguntarle: "Sr. Armstrong, qué quiso decir Ud. exactamente en los servicios, cuando dijo que nosotros no "lo captamos" - ¿qué es lo que nosotros todavía "no captamos?" Su respuesta pone al desnudo este asunto entero de los dos árboles y la herencia espiritual que nos ha sido dejada: El Sr. Armstrong levantó una fotografía y dijo: "Lo que la gente no entiende es que no hay absolutamente nada en este mundo hoy que vaya a sobrevivir sin cambio en el futuro. Por ejemplo, ¿ve Ud. esta fotografía? La plata sobre esta fotografía ha tenido que ser excavada desde la tierra, y al hacerlo así, causó polución, lo cual no es el "Camino de Dios." No hay absolutamente nada en este mundo que permanecerá exactamente como es, cuando el mundo sea, eventualmente, supeditado completamente al Gobierno de Dios en el Reino de Dios. Todo debe cambiar; y eso nos incluye a nosotros!""
No Es un Camino Humano
Este principio acerca de que "todo debe cambiar," tiene que ser aplicado dentro de cada una de nuestras vidas presentes. Si hemos de permanecer dentro de la verdadera Iglesia de Dios, entonces cada aspecto de nuestras vidas debe llegar a estar sumiso al Gobierno de Dios - el Camino de Dios. La vasta mayoría dentro de la Iglesia, simplemente no ha comprendido esto todavía. Ellos no comprenden la escala de lo que esto en realidad significa. Cristo igualmente nos dice que humanamente, esto es imposible, pero, inmediatamente indica que "…para Dios …todas las cosas son posibles" (Marcos 10:27). El Sr. Armstrong clarificó precisamente cómo Dios hace esta imposible situación, posible, cuando dijo: "Esa ley es AMOR, pero, no amor humano. El amor humano no puede superar el nivel del egoísmo humano. Tiene que ser "el amor de Dios… derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo" (Romanos 5:5)" (El Misterio de los Siglos, Capítulo 6, pág. 226).
El rey David - descrito como "varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero" (Hechos 13:22) - no simplemente quiso entender los preceptos de Dios, sino "entender el camino de tus preceptos; "no simplemente apartar la mentira, sino "el camino de la mentira"; no simplemente la verdad, sino "el camino de la verdad"; no simplemente caminar ese Camino, sino "CORRER el Camino de tus mandamientos, cuando ensanches mi corazón (con el mismo Espíritu de Dios)" (Salmos 119: 27-32).
David fue un hombre según el propio corazón de Dios, porque el reconoció que su humano corazón necesitaba cambiar continuamente, si iba a caminar el Camino de Dios! Por cuanto "El Camino" es una herencia espiritual, éste nunca puede ser captado por la mente natural. Como el apóstol Pablo dice: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14). ¡Entender la herencia espiritual, demanda el Espíritu de Dios!
Hemos sido testigos de gente en medio de nosotros, haciendo "listas doctrinales" con una mano, mientras con la otra mano, espiritualizando en extremo la Ley de Dios, hasta que se vuelve sin sentido. Asombrosamente vimos, en la reciente apostasía, gente que previamente usó una dura "ala derechista" con relación a la Ley de Dios, ¡de pronto virar, de la noche a la mañana, y volverse ultra liberal! No deberíamos habernos sorprendido. Lo que atestiguamos fue simplemente dos enfoques carnales alternativos hacia la Ley espiritual de Dios.
Nuestra herencia espiritual proveniente de Dios, por vía del Sr. Armstrong, es un "Camino" espiritual que la mente carnal no puede captar (Romanos 8:7). Más, la pregunta permanece: ¿Cómo logramos "volver al Sendero", y nuevamente abrazar "Ese Camino"? Ese es el tema de los últimos dos capítulos.
En Resumen
La herencia Espiritual que quedó para el pueblo de Dios, para continuar fielmente después de la muerte del apóstol enviado a ellos, es mucho más extensivo que lo que los seres humanos naturalmente captan. Esta es "El Camino" que es continuamente mencionado en el libro de Hechos, y comprende la administración del nuevo pacto profetizado en las escrituras (II Corintios 3:6). Es también "El Camino" en el cual Cristo aplicó las escrituras, cuando estuvo en la tierra como ser humano, magnificando el mismo Espíritu de la Ley. Esto es, por lo tanto, solo humanamente posible a través del Espíritu de Dios. Ese Espíritu es dado como dádiva, y sólo es dado a aquellos con la voluntad de humildemente disponerse así mismos en obediencia a Dios (Hechos 5:32; Hebreos 5:9).
"Este Camino" debe ser enteramente aprendido por la Verdadera Iglesia de Dios, porque así puede ser efectivamente enseñado en el Mundo de Mañana. "Este Camino" puede también ser descrito como el Gobierno de Dios. También es el "Camino del Dar", tan opuesto al "camino del obtener," tema al que el Sr. Armstrong continuamente volvía, cuando describía el relato de los dos árboles. "Este Camino" es nuestra herencia espiritual. Este es el inapreciable regalo que Dios nos ha dejado, después de la muerte del apóstol del tiempo del fin que Él nos envió - el Sr. Herbert W. Armstrong.
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 11
Volver al Sendero
Como hemos visto en el capítulo anterior, hay una urgente necesidad de "volver al Sendero" - regresar definitivamente otra vez plenamente a la herencia espiritual y al "Camino de Dios" - Pero, ¿Cómo? ¿Qué implica esto específicamente? ¿Qué está involucrado, al interior nuestro, en "Volver al Sendero" - más que un abrazamiento nebuloso de cualquier cosa que nosotros personalmente podamos percibir como "El Camino"?
Pero, el Sr. Armstrong "Hizo Cosas Erróneas"
Una de las excusas más comunes que la gente usa para justificar el rechazo de áreas específicas que el Sr. Armstrong trató, es que "el cometió errores". De hecho, el Sr. Armstrong sería el primero en admitir que él era humano y, en consecuencia, cometía errores - como pasó con Pedro, Santiago, Juan, Mateo, Pablo, y los otros apóstoles del Nuevo Testamento.
Pablo y Bernabé tuvieron un ardiente cruce de argumentos sobre Juan Marcos (Hechos 15:39). El apóstol Pedro tuvo que ser abiertamente corregido por Pablo, por su forma de tratar a los Gentiles (Gálatas 2:11-13). El apóstol Pablo estuvo en un tiempo con la expectativa plena de estar vivo físicamente al regreso de Cristo (I Tesalonicenses 4:15, 17). En cada caso, Dios nos está enseñando. No sólo nos está mostrando que los apóstoles cometen errores, sino que tales "errores", de ninguna manera desligan la naturaleza apostólica de sus escritos, ni ponen en riesgo, de alguna manera, el liderazgo de Aquel que está realmente guiando la Iglesia ¡Jesucristo!. Aunque Cristo escoge trabajar a través de frágiles apóstoles humanos para poner los fundamentos, y escoge trabajar de continuo por medio de ellos para preservar aquellos fundamentos, El no comete errores con su Iglesia.
Aquellos que intentan usar los "errores" pasados como su excusa, invariablemente hacen eso en razón de que ellos tienen su propia agenda. Recuerdo que se me preguntó, en este contexto, si yo estaba de acuerdo con la declaración: "Nos reservamos el derecho de revisar continuamente y de cambiar alguna de nuestras doctrinas que no estén alineadas con las escrituras." Mi réplica fue simplemente: "¿quién es nosotros?" Ellos no tuvieron respuesta efectiva. Quien quiera que pueda ser "nosotros", ellos no tienen absolutamente ningún derecho de cambiar la revelación apostólica (I Corintios 3:11).
Espero que por medio de este punto abordado en este folleto, podamos claramente ver que, asumir un papel apostólico por nosotros mismos, o intentar tomar para nosotros mismos una gracia que Dios no ha dado, nos pone en oposición a la dirección y propósito de Dios. No obstante, esto todavía deja la pregunta: ¿Cuáles porciones de material producido por el Sr. Armstrong ha preparado Cristo para nosotros, que usemos hoy para "volver al Sendero," en relación con temas específicos?
Aprender De "La Carrera de Prueba"
Afortunadamente, nuestro amoroso Dios ha provisto precisa instrucción sobre cómo debemos proceder en relación con las cosas "específicas". Él hizo esto durante un tiempo único - de 1978 a 1985 - cuando Él trajo de regreso a su apóstol del tiempo del fin, de un infarto total, a poner a la Iglesia "De regreso al Sendero", en una especie de "carrera de prueba". De lo que la Iglesia tenía que recuperarse en ese tiempo, era de la condición "Laodicea" casi idéntica a la que vemos alrededor de nosotros ahora. Para aquellos con ojos para ver, la mano de Dios estaba entonces - y está hoy - firmemente en el timón. Observe qué fue dicho en uno de los sermones primeros sobre "Regreso al Sendero" que el Sr. Armstrong dio después de su regreso a Pasadena, de Tucson:
"He convocado a un día especial de oración y ayuno hoy, porque ¡la Iglesia de Dios está en PELIGRO FATAL! No puedo decir eso suficientemente alto para martillarlo efectivamente en ustedes."
"NO NOS DAMOS CUENTA, hermanos míos, de la forma en que hemos sido desviados. Hemos estado haciendo justo lo que ustedes oyeron en el sermoncillo - haciendo nuestras propias cosas. Nos hemos estado volviendo tibios… Preferiría que hubiera dos o tres personas llenas del Espíritu del Dios Viviente, que tener esta iglesia repleta y mil otras iglesias como ésta, de gente tibia - volviéndose a la condición Laodicea - haciendo sus propias cosas." ("Advertencia a la Iglesia," 24 de Junio, 1978)
Note que el problema que el Sr. Armstrong resalta arriba es "haciendo nuestras propias cosas." Este es el mismo significado de la palabra "Laodicea". Dios permitió que el Sr. Armstrong atestiguara esta condición, no solamente dentro de la Iglesia, sino también dentro del liderazgo, del ministerio, del Colegio Universitario, y del equipo de los medios de comunicación. Observe este segmento de carta que él tuvo que escribir a su propio hijo, señalando su parte en permitir que la Obra se pusiera progresivamente "fuera del Carril":
"La Obra… fue hecha de una MANERA distinta, como ninguna en este mundo - fue CRISTO haciéndolo A SU MANERA - y no a la manera en que los hombres lo hacen…"
"En su debido tiempo, usted, hijo mío, entró en la Obra. Sin embargo, desafortunadamente usted NO ESTUVO DE ACUERDO con la MANERA en que Jesucristo había estado dirigiéndome…"
"Al principio, Ud. siguió el mismo estilo al aire [haciendo los programas de radiodifusión y televisivos] que Cristo había usado en mí -totalmente DIFERENTE de LA MANERA como solían hacerlo los "expertos" de las difusiones comerciales… Entonces usted cambió en su forma de discursar. Usted copió de los programas de difusión comerciales…"
"Usted no estuvo de acuerdo con LA FORMA en la cual Cristo estuvo construyendo el colegio y la Obra a través de mí. Asimismo, Ud. dijo a otros que usted no habría construido el colegio de LA MANERA en que lo hice bajo la guía de Cristo…"
"Usted comenzó cambiando LAS MANERAS y a todo el personal, a SU MANERA. Y, aunque Ud. no estará de acuerdo conmigo en esto, como Ud. no ha de estar de acuerdo en LA MANERA en que las cosas deben ser hechas, la Obra empezó a declinar. No obstante, me han dicho que usted reclamó haber CONSTRUIDO LA OBRA."
"Sin embargo, el CRISTO viviente la construyó. Y Él la construyó en LA MANERA en que Él me lideró: LA MANERA con la que usted no está de acuerdo." (Citado de Carta a colaboradores, del 21 de mayo, 1978)
Para que la Obra "volviera al Sendero", el Sr. Armstrong tenía que retornar cada área de la misma, de regreso a "La Manera" en que Cristo le había anteriormente mostrado. Él hizo esto en etapas. Espero que podamos ver, por consiguiente, que "La Manera" no es algo nebuloso. La razón por la que la Obra llegó a estar "fuera del Sendero", fue porque aspectos de "Esta Manera", ya no estaban fielmente adheridos a "como se enseñó" (Colosenses 2:7; Tito 1:9).
Un Punto de Inicio
Si deseamos personalmente "volver al Sendero", un excelente lugar para iniciar es, por una vez más, leer El Misterio de los Siglos. Pero, esta vez - cuando entendemos más acerca del apostolado - nuestro enfoque debe ser diferente. Cualquiera que sea el papel dentro de la Iglesia, no tenemos la gracia dada a un apóstol. No es el Sr. Armstrong el que nos ha dejado la herencia espiritual en El Misterio de los Siglos y su otro material. Es la Cabeza de la Iglesia - Jesucristo - ¡cuando Él lidera Su Iglesia del tiempo del fin hacia su posición dentro de Su Templo y con Su esposo!
El hecho de que Cristo elija hablar a través de un frágil instrumento humano - su apóstol del tiempo del fin, con todas sus fallas - no tiene ningún significado relevante en relación con lo que es la Verdadera Fuente. La posición de tales enseñanzas es en realidad la misma, como los escritos no canonizados de Pablo o Pedro, o escritos escriturales previos a la canonización. El enfoque que Cristo habría demandado en el pasado, respecto de tal material no canonizado de Pedro y de Pablo, habría todavía incluido ¡un respeto hacia su naturaleza apostólica! Así que los escritos de nuestro apóstol - enviado por Dios en este tiempo del fin, justo antes del retorno de Jesucristo - ¡requiere el mismo respeto. El Misterio de los Siglos es en realidad un escrito apostólico - aunque no esté canonizado.
Lea la "Declaración del Autor" y tenga en mente exactamente por qué El Misterio de los Siglos fue escrito, y por qué Satanás efectuó su mejor esfuerzo por suprimir esta explicación del "mensaje cifrado de Dios, quien no permitió que el mensaje se revelara ni se descifrara hasta nuestro tiempo" (pág. xiii). Aprecie que, de hecho: "el tiempo puede probar que éste ha de ser el más importante libro escrito en casi 1,900 años" (pág. xiii), y que "el tiempo designado por Dios para que saliera a la luz ha llegado" (pág. xiv).
Dése cuenta de cómo justamente el apóstol Pedro dijo: "… yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas" (II Pedro 1:15); asimismo, nuestro apóstol nos dice:"Y ahora, a los 93 años de edad, he sido inspirado a escribir este libro antes de que esta vida, colmada de experiencias, llegue a su fin. En sus páginas comparto, con todos los que quieran saber, las respuestas que la gran mente suprema de Dios revela en su Palabra" (pág. xiv). Dése cuenta también de que, justo antes de este párrafo, el Sr. Armstrong hace muy claro en realidad que, los únicos habilitados para entender serán los de la Iglesia Verdadera de Dios - ¡y no alguna otra!- El Misterio de los Siglos ha sido escrito específicamente para aquellos futuros maestros, para que ellos puedan entender completamente "El Camino" [La Manera] en que ellos están destinados a enseñar.
El Asunto del Pecado
Al estudiar esta riqueza de material, una cosa debería constantemente venir al frente: "El Camino", que, como hemos visto en el capítulo anterior, es espiritual. Cuando "volvemos al Sendero" debemos aprender, de los escritos del Sr. Armstrong, a aplicar el principio de la palabra de Dios, apropiadamente. Debemos hacer eso de una manera honesta, abierta y humilde - no "manipulando la Palabra de Dios engañosamente" (II Corintios 4:2), como tantos están haciendo hoy.
Si intentáramos torcer "El Camino" hacia "nuestra propia manera", seremos inadecuados para aplicarlo apropiadamente en el Reino de Dios. Aplicando el principio clara y firmemente - no simplemente la letra - es como exactamente fuimos enseñados a "volver al Sendero" en los 70's y 80's. Tome nota de cómo el Sr. Armstrong hace esto en el siguiente Reporte General del Pastor, en 1983, enviado al ministerio, concerniente al tema del maquillaje:
"Antes de examinar textos específicos sobre el tema del maquillaje, permítanme resumir el PRINCIPIO involucrado, no solo sobre el maquillaje sino sobre cualquiera o todos los temas de lo que es correcto y de lo que es equivocado.
La ley de Dios define el CAMINO de la conducta humana; primero que todo, en relación con Dios, y, secundariamente, con el vecino humano. LEY significa simplemente las reglas de conducta. Las REGLAS de un juego de básquetbol, béisbol, o fútbol, podrían ser llamadas la LEYES de esos juegos - las reglas que regulan la ejecución.
La LEY de Dios está declarada en una palabra: AMOR. La palabra AMOR es un PRINCIPIO, y en principio es opuesto a la palabra CODICIA. Es decir, AMOR hacia otros. Primero que todo, AMOR hacia DIOS, en amor, adoración y obediencia. Secundariamente, es amor hacia otros seres humanos. No puede ser vanidad, porque la vanidad es hacia sí mismo, y pone el SÍ MISMO antes que Dios. Amor hacia Dios, y el culto de Dios, en sí mismo, es el PRINCIPIO de humildad, no de auto-exaltación o vanidad o codicia. Es amor hacia el vecino, en espíritu de INTERÉS exterior por el bienestar del vecino - en cooperación, servicio, asistencia, participación. También puede ser amor hacia sí mismo, en el sentido o principio del interés por el bienestar físico y mental y espiritual de cuerpo y mente, lo cual constituye el templo del Santo Espíritu de Dios.
USTEDES PUEDEN APLICAR ESE PRINCIPIO A CUALQUIER ASUNTO DE CONDUCTA HUMANA. Esta es la respuesta real al asunto del PECADO.
Mientras escribo y PIENSO en este tema, estoy convencido de que pocos entienden la VERDAD - aún en la verdadera Iglesia de Dios - sobre este asunto del PECADO.
Una gran parte del Protestantismo ha dejado marca sobre nuestra gente en la Iglesia de Dios. Ni Católicos ni Protestantes enseñan los Mandamientos de Dios. Preferiblemente, ellos enseñan que la ley fue abolida. Si no hay ley, entonces no hay pecado, "porque donde no hay ley, no hay trasgresión," (Romanos 5:13) y "pecado ES la trasgresión de la ley" (I Juan 3:4). Pero la ley de Dios es ESPIRITUAL (Romanos 7:14).
Dios mira al corazón. Mas, "el corazón", como es usado en el sentido Bíblico, se refiere a la actitud, al intento o propósito. El pecado resulta de una actitud, intento y deseo, equivocados, los cuales son una actitud de mente. No obstante, el pecado es también un acto. Es el acto de rendirse a una actitud, deseo o propósito contrario al AMOR hacia Dios o hacia los seres humanos. La vanidad viola el "amor hacia Dios y el culto de Dios". Es deseo o intento o actitud de AUTO glorificación. AUTO deseos para glorificarse así mismo, no a Dios. La VANIDAD es la raíz del PECADO.
Hermanos, este mes entraré al año 92 de mi vida en este siglo. Tengo que darme cuenta de que estoy solamente a un latido del final de esta vida. Por su amor, y el amor a su Obra, espero que Dios me permita más continuados latidos. Sin embargo, tengo que mirar al estado de la Iglesia de Dios realistamente. Pienso que veo estas cosas más sobriamente que anteriormente - quizás más sobriamente que muchos de ustedes.
Pregúntese, "¿Realmente tengo hambre y sed de la justicia de Dios?" o, hambre y sed de ser como el mundo, cuyo dios es Satanás?
¿Cuántos son como la mujer que había sido bautizada sólo unos cuantos meses y vino a mí, diciendo: "cabo de heredar algún dinero. Dígame, ¿cuánto tengo que diezmar de ello a Dios? Yo no quiero diezmar nada más que lo que tenga que diezmar, aunque quiero entrar en el Reino de Dios?"
¿Tiene USTED hambre y sed de la justicia de Dios, o de los caminos de este mundo? ¿Está usted interesado en lo que DIOS piensa de usted, o en lo que el mundo piensa de usted? -¿EN CUÁL?" (Reporte del Pastor General, Vol.5, No.26, Julio 1, 1983).
Dos Tipos de Error
No hay duda ninguna de que el artículo completo, parcialmente citado arriba, clara y firmemente, muestra que el maquillaje no puede formar parte de "El Camino" que caminamos. Esto es simplemente un ejemplo escogido, porque trata lo más sucintamente el asunto del pecado; pero tales conclusiones establecen dos puntos verdaderos en lo que hemos de seguir hoy, y en lo que debemos enseñar mañana. El maquillaje es incompatible espiritualmente. Más, dentro de las corporaciones de las Iglesias de Dios hoy, ¿qué encontramos en relación con reglas específicas tales como ésta? -reglas originalmente hechas por Dios, a través de Su apóstol, quien estaba siendo dirigido por Su Espíritu- para mostrar a Su pueblo cómo "volver al Sendero" en el mundo moderno?
Lo que ampliamente encontramos son dos enfoques desplegados a lo largo de cientos de diferentes grupos corporativos, y ambos enfoques están "fuera del Sendero": El más común, escandalosamente rechaza el liderazgo de Cristo, y, en su lugar, asume una gracia, reservada específicamente para los apóstoles. Ellos deciden que el Sr. Armstrong estuvo equivocado en varios asuntos, y toman para sí mismos el conocimiento de lo correcto y lo equivocado, en cualesquiera áreas que ellos deciden re-examinar. ¡Casi que llevan con orgullo el distintivo Laodiceo: "la gente que juzga y decide."!
El otro enfoque, sin embargo, parece ser, exteriormente, más justo. Ellos intentan mantener eso, porque han agregado el maquillaje (o algún otro punto) a la lista de aprobaciones y desaprobaciones" que ellos han compilado. Esto los hace justos. Frecuentemente usted también podría tener la impresión de que este grupo siempre ha estado correcto, y que ellos siempre han estado "en el Sendero". Tal enfoque dentro del ser humano nunca es el Camino de Dios, y no es "El Camino" que recibimos, por vía del Sr. Armstrong, como nuestra herencia espiritual. Ciertamente, "pecado ES la trasgresión de la ley" (I Juan 3:4), pero, como el Sr. Armstrong lo indica en lo citado arriba: "la ley de Dios es ESPIRITUAL;"y el apóstol Pablo continúa diciendo: "mas yo soy carnal, vendido al pecado" (Romanos 7:14).
El Sendero al cual hemos de retornar no es un destino. Es un "Camino" - una ruta sobre la cual todos debemos caminar. "Volver al Sendero" es, por lo tanto, un proceso: De alinear absolutamente todo lo que hacemos, pensamos o decimos, con la divina naturaleza de Dios. En un ser humano, el Verdadero "Camino" de Dios consiste en un estilo de vida de constante arrepentimiento.
El Propósito de Reglas y Ley
El Sr. Armstrong explica que, "LEY simplemente significa, las reglas de conducta. Las REGLAS de un juego de basquetbol, béisbol, o fútbol, podrían ser llamadas las LEYES de esos juegos -las reglas que regulan la ejecución-" (Reporte del Pastor General, Vol.5, No.26, Julio 1, 1983). Al usar esta analogía del basquetbol, podemos ver que las leyes del basquetbol indican cuándo no estamos jugando el juego; sin embargo, ¡ellas no nos hacen buenos jugadores de basquetbol!
De la misma forma, las Leyes específicas de Dios, y las reglas apostólicas, son ambas, hechas para el mundo moderno en el tiempo del fin, a través del apóstol, y son diseñadas, igualmente, para indicar cuándo vamos FUERA del Sendero (el significado de pecado es "perder la huella" espiritualmente). ¡Pero ellas no nos hacen justos! Ellas no nos ponen de nuevo EN el Sendero. Podemos guardar cualquier "lista de cosas" que decidamos acopiar, y, todavía, estar totalmente fuera del Sendero -como lo estuvieron los Fariseos-. Estar en el Sendero es una acción que proviene solamente del Espíritu de Dios, porque son únicamente aquellos que "son guiados por el Espíritu de Dios … [quienes] son hijos de Dios" (Romanos 8:14).
Este punto, vitalmente importante, es reforzado en Romanos, cuando nos dice que "por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque, por medio de la ley es el CONOCIMIENTO del pecado" (Romanos 3:20). La ley nos indica, CUÁNDO pecamos, que estamos fuera del Sendero. Ésta no nos REGRESA a la posesión del Carácter de Dios ¡¡NO nos hace justos! La justicia solamente puede venir de Dios; debe ser justicia de Dios; no, la nuestra (versículos 21-22). Esta es la razón por la cual esto implica constante contacto con Dios - soliendo hacer estudio, meditación, oración y ayuno - si hemos de ser exitosos.
Esto es también cierto en relación con cualesquiera reglas apostólicas hechas por el Sr. Armstrong. Cualesquiera reglas que hoy tengamos - dejadas por el apóstol del tiempo del fin - nos muestran cuándo estamos "Por fuera del Sendero" en nuestro mundo moderno. Estamos por lo tanto obligados por deber a adherirnos a ellas. No obstante, guardarlas no nos pone de regreso en el Sendero. Eso implica aún la conversión de nuestro ser interior - nuestro corazón - por el Espíritu de Dios. Esta es la razón por la que el Sr. Armstrong señaló: "Esa ley es amor. pero no amor humano. El amor humano no puede elevarse sobre el nivel del egocentrismo humano. Debe ser "el amor de Dios ...derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo" (Romanos 5:5) (El Misterio de los Siglos, Capítulo 6, pág. 226).
Espero que podamos ahora ver precisamente por qué necesitábamos un apóstol del tiempo del fin. Necesitábamos ser enseñados por Dios en cómo aplicar "El Camino" en nuestros siglos 20 y 21. Este Camino - este gobierno - representa "todas las cosas" que fueron restauradas para la Iglesia de Dios. Es lo que específicamente necesitábamos en este tiempo para entrenarnos en cómo funcionar como hijos de Dios dentro del Reino de Dios. Esta es la razón por la cual es tan vital para nosotros en este tiempo crucial en la historia, ¡ESCUCHAR otra vez la enseñanza espiritual que Cristo nos dejó! ¡A no ser que lo entendamos plenamente dentro de la sociedad de hoy, tampoco seremos capaces de enseñarla en la sociedad futura; y Dios, por consiguiente, no nos permitirá ser uno de aquellos futuros maestros!
En este tiempo - justo antes del regreso de Cristo - debemos regresar y escuchar los sermones que dio el Sr. Armstrong durante 1978-1985, y estudiar la Palabra de Dios a la luz - bajo la iluminación - de ellos. Si Ud. no lo ha hecho por algún tiempo, le puedo garantizar que será asombrado por el aliento y lo profundo de la Verdad. Debemos también leer los artículos que el apóstol de Dios escribió en ese tiempo, a la par con humilde y meditativo estudio Bíblico. Únicamente cuando estamos plenamente sumisos al pleno gobierno de Dios (el cual es "El Camino" de Dios), puede Dios efectivamente prepararnos para su Reino - listos para enseñar, correctamente, ese idéntico "Camino", cuando Cristo regrese.
Ministros Fieles
Como hemos visto en el capítulo 5, gracia específica es dada junto con cada oficio ministerial que Dios ha establecido dentro de su Iglesia. A causa de que tales ministros son los verdaderos siervos -o ministros- de Dios, debemos, en realidad, "tenerlos en mucha estima," (I Tesalonicenses 5:13) como el apóstol Pablo nos manda. Esta es la causa por la que ellos enseñan como representantes de Dios Mismo.
Sin embargo, únicamente deberíamos aceptar la enseñanza de tales hombres, si aquellos hombres están, claramente y sin ambigüedad, alineados con los fundamentos puestos por Dios. El apóstol Pablo demuestra esto en I Corintios:"Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica" (I Corintios 3:10).
Un ministro debe ser un administrador fiel (I Corintios 4:2), que cuidadosamente alinea sus palabras con aquellas del apóstol enviado a nosotros. Ellos deben ser como Timoteo: "…fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo" (I Corintios 4:17). Como hemos visto, Dios escoge revelar Verdad fundamental únicamente a los apóstoles - no al ministerio general-. Por ejemplo, ¡la doctrina no puede introducirse en la Verdadera Iglesia de Dios, por vía de un comité doctrinal! Advierta lo que Dios claramente revela en conexión con esta área, a través de su apóstol del tiempo del fin:
"… Y algunos de nuestros intelectuales van a quemarse con esto, si no despiertan a tiempo y si no se dan cuenta de que ese intelectualismo es de Satanás el Diablo. Déjenme explicar un instante acerca de eso, antes de que continúe con el sermón principal. Este tipo de intelectualismo y erudicionismo - todos ellos quieren ser eruditos - es 100% carnal. Es material y es materialismo. No hay nada de Dios; nada de Cristo en esto. Es un intelectualismo que lanza a Cristo directo por la ventana. Y eso ha sido como levadura introduciéndose en el Colegio Ambassador…
Tuvimos aquí un comité doctrinal de intelectuales. Y toda la idea fue "probemos y estudiemos intelectualmente para encontrar cuan equivocado está el Sr. Armstrong y a dónde nos está desviando" Ese fue el objetivo real. Bien: Tal comité no existe más y no volverá. Dios no revela su Voluntad a eruditos conectados en una base intelectual, que se inmiscuyen en formas muy diminutas" ("Advertencia a la Iglesia", Sermón por el Sr. Armstrong, dado el 24 de Junio de 1978).
La Lista Parece Interminable
Podríamos proseguir en gran extensión con la guía apostólica que nos indujo de regreso "Al Camino" de Dios, dentro de nuestro mundo moderno, sobre temas como: Sanidad, médicos, votar, el pecado físico, nacer de nuevo, el evangelio, "Ese Profeta", matrimonio interracial, el pueblo de Israel físico, el calendario, maquillaje, cumpleaños, cómo nos bautizamos, la crianza de los niños, leyes de salud, traje de Sábado, los himnos que cantamos, hacer las publicaciones "Claras" -¿o ensombrecerlas con suavidad? La lista parece interminable.
Estamos en "Peligro Fatal" hoy, como el Sr. Armstrong lo gritó a nosotros en 1978. En realidad, existen "hombres" intentando tomar nuestra corona (Apocalipsis 3:11). Aquellos que intentan echar abajo "el Camino" que ya ha sido revelado a nosotros en este tiempo del fin, se hacen así mismos "lobos rapaces… que hablan cosas perversas" (Hechos 20:29-30) y se convierten en "falsos apóstoles"(II Corintios 11:13).
Tales hombres son como los Fariseos de la antigüedad que Cristo acorraló. A ellos se les pidió responder: "El bautismo de Juan [tipo del apóstol del tiempo del fin], ¿era del cielo, o de los hombres? …respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos" (Marcos 11:30, 33). Estos hipócritas eran felices de usar a Juan cuando les convenía (Mateo 3:7), pero aquí, clamaron que ninguno podría responder, si es que fue Dios el que ENVIÓ a Juan el Bautista; si fueran a admitir lo que era claramente evidente: Ellos conocían la siguiente pregunta de Cristo: "Por qué, pues, no le creísteis" (Marcos 11:31). Hoy vemos líderes dentro de las mismas Iglesias de Dios corporativas comportándose exactamente de la misma manera. ¡Ellos ofrecen servicio de labios al Sr. Armstrong, pero dan una idéntica respuesta Farisaica, en relación con su papel profetizado del tiempo del fin!
La Iglesia de Dios debe tener unidad - no facciones - y existe únicamente un "Camino". No puede existir "un apóstol" que viene después de la iluminación inicial, que echa abajo la revelación previa. En tal caso, la información de alguien no está viniendo por vía de revelación. Si reconocemos que Dios usó al individuo original en una forma sin precedentes, y que él entendió las cosas que nos traspasó debido a revelación, entonces, la única conclusión es que aquellos que intentan echar abajo esa revelación son falsos. Sin embargo, ellos pronunciarán muchas "suaves palabras y lisonjas," indudablemente (Romanos 16:18).
Nuestro amoroso Dios ha mostrado a cada uno de nosotros cómo lograr "Volver al Sendero". De otro lado, el Sendero al que debemos volver es espiritual; éste, es el "Camino" de Dios que debemos aprender, y al que debemos adherir por la eternidad.
Pero también, nos ha sido dados precisos indicadores que específicamente nos muestran dónde estamos "fuera del Sendero" en este mundo moderno. Tales indicadores deben ser aceptados por lo que ellos son: La única moderna administración apostólica del Gobierno de Dios disponible a nosotros. Ellos nos señalan de nuevo el "Camino" espiritual de Dios. Ellos nos indican cómo "Volver al Sendero".
En Resumen
La Iglesia llegó a estar "fuera del Sendero" a mediados de los años 1970s, cuando todos comenzamos a "hacer nuestras propias cosas". Esto fue cierto, desde arriba hasta la base de la organización humana, y parece que fue permitido por Dios por una razón específica: Le permitió a Dios guiar al Sr. Armstrong en la manera como él "regresó" la organización "al Sendero" , en ese tiempo - casi como una "carrera de prueba" de lo que debemos hacer hoy.
El material escrito en aquel tiempo (1978-1985) está disponible hoy. Ese material también permitirá a Dios guiarnos hoy correctamente "de regreso al Sendero", exactamente como se hizo originalmente. Debemos reconocer y apreciar que la Verdadera Fuente fue Jesucristo, quien continúa entonces - y ahora - en liderar a su Iglesia. El Misterio de los Siglos y otro material escrito por el Sr. Armstrong, desde ese tiempo, debería ser reconocido por lo que realmente son: Escritos apostólicos no canonizados. Tal material, señala dónde estamos fuera del sendero, y también indica la dirección que deberíamos seguir una vez más, desde nuestra moderna perspectiva del tiempo del fin.
Cualquier ministro involucrado en ayudarnos en este proceso debe, él mismo, estar claramente y sin ambigüedad alineado con la herencia espiritual que está sobre él. Únicamente tales hombres verdaderamente fieles deberían ser considerados como parte del Gobierno genuino de Dios. Todos los otros que sean desobedientes a esa herencia se hacen así mismos "lobos rapaces… que hablan cosas perversas," (Hechos 20:29-30) como "falsos apóstoles" (II Corintios 11:13); y deberían ser evitados por el Verdadero pueblo de Dios (Romanos 16:17).
"EXACTAMENTE, ¿QUÉ ES UN APOSTOL?"
Capítulo 12
Conclusión
El tema del apostolado es probablemente el más importante que exista para el pueblo de Dios en el tiempo del fin. La Verdad, y el entrenamiento que fluye de ésta, parece ser la línea divisoria entre aquellos que estarán listos para el Reino de Dios, y aquellos que no.
Logrando Ver la "Gran Dimensión del Cuadro"
Para realmente "entenderlo", deberíamos localizar el tema del apostolado en todo el contexto de su más grande enfoque, visto con los ojos de Dios.
- Debemos reconocer que Dios mantiene el control total. Él va a traer su Reino muy pronto - con o sin nuestra inclusión. Si hemos de tener parte en ese Reino, entonces hemos de aceptar esa oportunidad a Su manera, o rechazarla completamente.
- Debemos reconocer que Cristo ha sido, y permanece siendo hoy, la Cabeza de su Iglesia. Si hemos de ser parte de la Verdadera Iglesia - liderados por Jesucristo - hemos de aceptar ese privilegio en la Manera en que Él escogió liderar a su Iglesia. En absoluto, ninguna otra forma es aceptable.
- Debemos reconocer que la razón por la que hemos sido llamados ahora - a ser parte de la Verdadera Iglesia - no es para nuestro beneficio. No es para nuestra personal salvación. Hemos sido llamados para entrenar como maestros - parte de los primeros frutos en el Milenio.
- Debemos reconocer que "El Camino" para el que hemos sido llamados a enseñar en el futuro, es espiritual. A menos que entendamos "este Camino", exactamente como El Padre y Cristo lo determinan, no seremos capaces, por consiguiente, de enseñarlo; y, por lo tanto, no existiremos como reyes y sacerdotes en el Reino de Dios.
- Debemos reconocer que Dios profetizó que existiría un apóstol del tiempo del fin que restauraría "todas las cosas". Toda evidencia apunta al hecho de que el Sr. Armstrong fue ese individuo - enviado por Jesucristo a su Iglesia para entrenar a su pueblo en "El Camino", dentro del establecimiento moderno.
- Debemos reconocer la posición de los escritos del Sr. Armstrong. Aunque ellos son no-canonizados, todavía son apostólicos, y deberían serles dado el respeto que tal instrucción apostólica garantiza.
- Debemos reconocer que nos fue dado una carrera de prueba, desde 1978 a 1985, en la forma en que la Iglesia Verdadera de Dios debe ser puesta "de regreso en el Sendero". Este período único identifica las porciones de los escritos del Sr. Armstrong que permitirán a Cristo hacer el mismo trabajo hoy.
En el relato de los dos árboles, Satanás no dijo: "síganme" - dijo: "tú decides por ti mismo- entre el bien y el mal". Esta es la base de la ceguera de Laodicea. Ellos rehúsan ir a la fuente de la Verdad: Las aguas de Siloé (que significan enviado o apóstol) que Dios originalmente usó para remover con agua su ceguera. Ellos ahora claman que ellos tienen el derecho de interpretar las escrituras; que Dios les reveló "verdad"; que ellos son "ricos e incrementados" espiritualmente. No obstante, ellos ignoran el fruto de esta "verdad".
¡El fruto del árbol que ellos han escogido es caos y des-unidad! Claramente, su "camino" no es el Camino de Dios. Es su propio camino, el cual es también el camino de Satanás. "El pueblo" ha decidido por sí mismo, y Dios dice que la única forma en que Él puede prepararlos para su Reino es que tengan purgado su "propio camino" por medio de ser "refinados [probados] en fuego, para que sean ricos" (Apocalipsis 3:18).
Humildad y Oración
Todos nosotros, incluido yo, hemos tenido que irnos acercando a la comprensión incluida en este folleto, a lo largo de un periodo de tiempo. Ninguno de nosotros tiene esa comprensión a "cabalidad" todavía - y puede que nunca la tenga en esta vida - en relación con que "El Camino" enseñado por Dios es Espiritual. Más certeramente: No teníamos el tema claramente enfocado cuando percibimos al comienzo la apostasía que intentó tomarse la Iglesia. Algunos que intentaran dar la impresión de que sí lo tenían claro, serían instantáneamente sospechosos de que ni siquiera habían empezado a entender esta vida de constante arrepentimiento. Ellos pueden haber escogido, simplemente, su propia "lista" de auto-justificación.
Lo importante es que todos nos arrepentimos y regresamos de nuevo plena y continuamente "Al Camino" de Dios manteniendo cercanía con Él, a través del estudio profundo, la meditación, el ayuno y la oración. "Ese Camino" es el Camino que aprendimos por vía del apóstol enviado a nosotros, con todas sus implicaciones espirituales. Asimismo, nuestro amoroso Dios nos ha provisto, por lo tanto, de ejemplos y los medios para hacerlo, a través de material proveniente de la "carrera de prueba" de los años 70's y 80's.
Este material provino de las manos y voz del Sr. Armstrong. Es interesante lo que se nos dijo con respecto a la construcción del Templo: "Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el ETERNO de los ejércitos me ENVIÓ [significado de apóstol] a vosotros" (Zacarías 4:9). La dirección y la "Manera" requerida para el Templo Espiritual, al cual Cristo está por regresar - el propósito del apóstol del tiempo del fin - está todavía disponible a través de internet y en forma de CD [discos compactos], cintas, libros, folletos, y artículos. Sus manos - que originalmente escribieron aquellas palabras - ¡pueden, de esta manera, todavía, terminar la obra que Dios le dio, aún después de su muerte! ¡Exactamente de la misma manera como vimos que la tecnología parecía desarrollarse para que la Obra pudiera ser hecha en el pasado, igualmente, lo mismo parece ser hoy el caso, con el surgimiento progresivo del Internet y del CD ROM!
La Elección Es Nuestra
Cristo está ahora parado en la puerta de las Iglesias corporativas [de Dios] - tocando-. ¿Vamos a responder personalmente, y vamos a "aferrarnos a aquello que tuvimos", poniéndonos de regreso "en el Sendero", como previamente nos fue enseñado?
El tema del apostolado es vital. Es absolutamente crucial para este tiempo de interés central en la historia. Este tema reposa en el corazón y centro de la forma en que Dios ha decretado que cada uno de nosotros hoy debamos aprender el idéntico "Camino" de su Propia Divina Naturaleza - su Carácter-. ¡Que Dios pueda a todos ayudarnos a entender! ¡Que Dios pueda a todos ayudarnos verdaderamente a "captarlo" [a entender su Camino] ¡Que Dios pueda ayudarnos a todos a "Volver al Sendero"! ¡Quizás quede muy poco tiempo para hacer eso!